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Odón Elorza, la coherencia socialista

La sanción a Odón Elorza por decir lo que todo el mundo en la izquierda piensa respecto al nombramiento del juez Arnaldo como magistrado del Constitucional es una absoluta aberración democrática e ideológica por parte del PSOE de Pedro Sánchez al que ya, como a sus antecesores, le cambió el «poder». Riqueza ya tienen los tres

Manuel Domínguez Moreno
Manuel Domínguez Moreno
Periodista, escritor, sociólogo, politólogo y perito en procesos de paz a nivel nacional e internacional
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análisis

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Odón Elorza siempre fue y sigue siendo un político al que se le puede considerar, sin lugar a duda, de ser coherente con los principios que defiende. Por eso resulta incómodo a quienes ejercen el poder desde el populismo, las falsas promesas o el autoritarismo más absoluto representado en la imagen de la unanimidad o del pensamiento único.

La aceptación por parte del PSOE y Unidas Podemos del nombramiento del juez Enrique Arnaldo como magistrado del Tribunal Constitucional no es un «sapo», es una claudicación que ni siquiera se sostiene bajo el eufemismo de la «razón de Estado». Resulta cuanto menos incomprensible que la izquierda haya aceptado a una persona que ha firmado contratos millonarios con el Partido Popular, cuyo nombre ha aparecido en varios sumarios judiciales de casos de corrupción, que haya trabajado para el Santander mientras era letrado del Congreso y, sobre todo, que esté en contra de aspectos que son líneas rojas para la izquierda progresista de una conciencia social humanista sobre todo en la defensa de los derechos de las mujeres, de la igualdad real y los derechos humanos. ¿La ministra de Igualdad está legitimada para seguir ostentando su Ministerio? ¿El Gobierno, más aún Unidas Podemos está legitimado para seguir siendo un referente ideológico de la izquierda? NO, todo es la fachada de la demagogia, no hay verdad en sus comportamientos. ¿Seguirán los ciudadanos, en particular las ciudadanas, creyendo en Unidas Podemos si actúan como lo han hecho? ¿Por qué vamos a creer que serán diferentes en sus diferentes responsabilidades de sus diferentes Ministerios? ¿Por qué vamos a creer en Yolanda Díaz en la mesa del pacto social? ¿O a Irene Montero con su Ley Trans?

Ese hombre va a ir al Constitucional porque Pedro Sánchez necesitaba el marketing de hombre de Estado que está dispuesto a pasar por encima de todo con tal de que no le afecte a él (España y su ciudadanía le dan igual) y a su imagen futura.

La razón sin miedo de Odón Elorza

Odón Elorza tiene razón y el problema está en que afirmó en una entrevista en la SER lo que está en el pensamiento de varios diputados del PSOE, pero no se atreven a decir por temor a las represalias del «líder supremo», un líder que entró a formar gobierno como socialista ético y saldrá como dictador corrupto, al menos, de ideología.

El socialista donostiarra antepuso su ética y su coherencia ideológica a los miedos a la reacción de Sánchez y dijo lo que había que decir para que se enterara quien se tiene que enterar: «Muchos votaremos con una pinza en la nariz». Después, el día de la votación, fue coherente, se quitó la pinza para respirar el aire puro de la verdad y se opuso al nombramiento de Arnaldo. La razón sin miedo le asistía y, por eso, votó NO.

Hay que recordar que la expresión de «votar con la pinza en la nariz» vino de Francia, cuando los socialistas tenían que votar a Jacques Chirac para evitar que Jean-Marie Le Pen alcanzara la Presidencia de la República Francesa. Esa es la sensación que vivieron los diputados y diputadas del PSOE de Pedro Sánchez que, de manera dictatorial, fueron obligados a votar a favor de Arnaldo porque la disciplina dictatorial del partido lo impone.

La penúltima víctima del autoritarismo de Sánchez

Odón Elorza es la penúltima víctima de Pedro Sánchez, y digo penúltima porque habrá más, porque la trayectoria del actual presidente del Gobierno está trufada de deslealtades y traiciones hacia quienes le fueron fieles. ¿Ya no se acuerda Sánchez de cómo Odón se recorrió España para hacer campaña por él? ¿Ya no se acuerda el actual secretario general del PSOE de cómo Odón se enfrentó, junto a otros 14 compañeros y compañeras, al aparato del partido para defender el «No es No» a Rajoy? No, Pedro Sánchez es de memoria débil, como todos los líderes autoritarios, que viven al momento, el día a día y, en base a eso, analizan si los actos de quienes les rodean sirven o no a la causa personal de quien está en la cúspide.

Sin embargo, Pedro Sánchez olvida que los autoritarismos tienen la vida muy corta pero que la coherencia y la dignidad política sobreviven en el tiempo. Lo que queda es el legado de quienes, anteponiendo su ética y su ideología a las decisiones injustas, son capaces de quitarse la pinza de la nariz y tomar decisiones en conciencia, con coherencia porque en la coherencia está la verdad. Lo demás, son fuegos artificiales simples que cuya belleza es tan efímera como la mediocridad.

Odón Elorza ha antepuesto sus convicciones a todo lo demás. Habrá quien le reproche, como hizo el ministro de Presidencia en RTVE, que no haya atendido a la «razón de Estado». ¿Qué razón de Estado? La de las mezquinas decisiones que tienen un rango superior al de la ideología. ¿Qué puede ser más superior que la dignidad y la ética? Nada.

Lo único real es que Sánchez, el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados, se han rendido a las exigencias de las élites, algo que jamás haría un socialista que dignificara ese nombre. Lo peor es que ese sometimiento no es más que el aldabonazo para el líder, no para el partido que nuevamente ha quedado retratado como el siervo útil del capitalismo deshumanizado.

Evidentemente, ni el PSOE de Sánchez ni su grupo parlamentario, ni sus voceros y voceras de notas de prensa con estrategias espurias, pueden permitir que una figura como la de Odón Elorza demuestre que se puede someter al poder en vez de ser un ente sometido a los intereses del líder. Por esa razón, el diputado donostiarra será duramente castigado, del mismo modo en que los totalitarios aplican sus castigos ejemplarizantes para que nadie se salga de la línea marcada, para que nadie rompa la unanimidad y el pensamiento único de dictadores democráticos.

Sin embargo, Sánchez desconoce o se olvida de que el PSOE, el Partido Socialista, el de la verdad, el de Pablo Iglesias Posse, siempre se ha caracterizado por huir del pensamiento único, de la mentira y la codicia de la mediocridad que le abanica. La historia está ahí, porque la historia siempre nace con la revolución de las conciencias.

Siempre existieron en el socialismo diferentes corrientes de opinión. La más lamentable, por desilusionante, la época final de Felipe González, esa que tanto admira ahora Pedro Sánchez a pesar de que él llegó a la Secretaría General con la idea de romper con el pasado. Pero, ¿qué pasado iba a romper el último de la fila de Pepe Blanco? Sin duda, siempre hubo líneas rojas en el PSOE de González. Sin embargo, Alfonso Guerra sabía mover esas líneas para que la legítima discrepancia siguiera en el alma del partido. Ahora Sánchez ni tiene a un Alfonso Guerra ni lo desea. Prefiere ser él quien imponga lo que haya que hacer y si existe alguna voz discrepante, por muy injusto e incoherente que sea lo que el líder máximo pide, purga al canto.

«Crueldad e injusticia, intolerancia y opresión. Antes teníais libertad para objetar, para pensar y decir lo que pensabais, ahora tenéis censores y sistemas de vigilancia que os coartan para que os conforméis y os convirtáis en sumisos». Esta frase de V de Vendetta resume a la perfección en lo que está convirtiendo Pedro Sánchez al PSOE, Pedro Sánchez, el hombre que llegó como demócrata y que se ha establecido como líder autoritario.

Finalmente, quiero dejar una frase de José Enrique Rodó para que usted, señor Sánchez, reflexione: El político, pensador y escritor uruguayo afirmó que aquellos que han pretendido «sofocar la voz libre de los pueblos, han muerto asfixiados apenas se ha hecho el silencio que apetecían». Piense, señor Sánchez, piense con dignidad porque el poder ya le ha cambiado y dinero ya tiene por familia.

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1 COMENTARIO

  1. …¿Por qué vamos a creer en Yolanda Díaz en la mesa del pacto social? ¿O a Irene Montero con su Ley Trans? Francia, cuando los socialistas tenían que votar a Jacques Chirac para evitar que Jean-Marie Le Pen alcanzara la Presidencia de la República Francesa. Esta sería una buena razón. Espero que en su momento nos lo comuniquen y, sí. Mi consejo es seguir votando a Podemos, si puede ser sin Sánchez. Nunca se ha conseguido tanto en tan poco tiempo, en situación tan difícil. Podemos +Socialistas, ha sido y puede seguir siendo un buen camino a seguir.

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