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Dra. Ana María Oliva: «Nuestra verdadera medicina ha sido borrada y secuestrada»

Entrevista a la Dra. Ana María Oliva

María Llompart
María Llompart
Menorquina abierta al mundo, viajera y versátil. Periodista, filóloga y profesora de Kundalini Yoga y meditación. Autora de los libros "El poder de la acción" y "La ciudad del infinito. El sueño de una voluntaria en la India de Vicente Ferrer". Crea estudios personalizados de numerología tántrica evolutiva por encargo. Actualmente colabora con distintos proyectos del movimiento MAI que impulsa la doctora Nadiya Popel.
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análisis

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Es una mujer sabia, con fuerza y coraje, que sabe unir ciencia y consciencia en una alquimia perfecta. Autora de varios libros como “Lo que tu luz dice”, “9 almas” y “Los 5 elementos de la salud” ve la vida como un milagro y una celebración continua. Es doctora en Biomedicina, tiene un Máster en ingeniería Biomédica y es, sobre todo, una apasionada de la vida. Su mantra es recordarnos a todos que “el ser humano es grandioso” y que “nada ni nadie podrá jamás apagar nuestra luz”. Se dedica a compartir lo que ha aprendido sobre la salud de manera holística desde el punto de vista electromagnético a través de conferencias, cursos y formaciones. Estos años ha sido una voz valiente que nos ha dado mucha fuerza y mucha luz a todos los disidentes.

Este mes de marzo se cumplen tres años de ese encarcelamiento ilegal. ¿Cuáles han sido para ti las lecciones de vida más importantes que has aprendido estos años?

-Estos años, para mí, han sido increíbles a todos los niveles. Lo primero fue darme cuenta del nivel de propaganda en el que vivimos y ver cómo la gente era capaz de comprar una realidad virtual por miedo. Fue duro darme cuenta de la falta de pensamiento propio y de cómo se puede inducir tan fácilmente una imnosis colectiva para que la gente dé por valido algo que nunca fue probado. Sin embargo, les compramos la película. Ver la capacidad de manipulación y maltrato que son capaces de hacer, tanto los gobiernos como los medios de comunicación, ha sido un baño de realidad. Por otro lado, estos años también han sido un momento para encontrarme con almas hermosas y una oportunidad para conocer gente que está haciendo un trabajo increíble y maravilloso. Voy oscilando todo el tiempo entre la fascinación y el darme cuenta de la grandiosidad del ser humano y la frustración y el darme cuenta de las poquitas personas que ven esa grandiosidad y de los superpoderes que tenemos los humanos.

-¿Tú también piensas que el paradigma científico va a caer y que es cuestión de tiempo que eso ocurra?

Quiero pensar que sí. Siento que la ciencia ha sido secuestrada. Todo ha sido secuestrado, desde el lenguaje hasta la historia y todos los ámbitos del saber. La evolución de la ciencia y la medicina no ha sido lineal, no hemos ido construyendo sobre los cimientos anteriores, sino que, de pronto, se hace un barrido y se borra todo un conocimiento para que no se tenga acceso a él. Ese corte se produjo en 1907 cuando se creó el famoso informe Flexner pagado por la Fundación Rockefeller a través de la Fundación Carnegie. ¿Qué hace esta gente? Borra todo el conocimiento anterior e impone otro. ¿Por qué? La medicina se reduce a la cirugía y a los tratamientos farmacológicos. Se borran la naturopatía, la homeopatía, la osteopatía, la electromedicina… Se borran todas las técnicas que hasta ese momento eran la verdadera medicina. Y entonces se impone otra cosa donde la ciencia se convierte en un instrumento del poder. La ciencia se convierte en “yo quiero demostrar esto”, pues “sácame un informe”. Nuestra medicina ha sido secuestrada y comprada para que solo hubiese una mirada  única y sin contraste. ¿Por qué te ofrecen la cirugía como primera opción cuando debería ser la última porque es el fracaso de todo lo anterior? Yo creo en la grandiosidad del ser humano, pero sé que esto no lo vamos a ganar fácil, porque tenemos una masa de población tremenda que es borrega, no piensa por sí misma y va hacia donde va la frecuencia dominante. Si no ponemos todos de nuestra parte, no va a ser fácil ver caer el paradigma científico. Hace falta un esfuerzo muy grande por parte de mucha gente. Estoy muy cansada de buenismo y del activista del sofá. Si los buenos no hacemos nada, los malos ganan.

-¿Qué sientes ante el gremio de médicos y personal sanitario que se han quedado con el relato oficial?

-Mucha contradicción interna. Para mí siempre hay diferentes niveles de realidad. A veces siento muchísima impotencia al ver a médicos y biólogos sosteniendo una mentira. Por otro lado, me observo a mi misma y sé que he aprendido a base de ensayo-error, como en el método científico, y comprendo que todo son caminos individuales de aprendizaje, crecimiento y evolución. Pero a veces pienso que el día en que se den cuenta de lo que han estado sosteniendo vendrá el llanto y el rechinar de dientes. Los seres humanos tenemos la capacidad de trascender y a mí eso es lo que realmente me ayuda. Si observas las cosas desde los ojos del alma nadie nace por error, nadie nace sin propósito y nadie muere por error. Lo opuesto a la muerte es el nacimiento. Y si hay algo opuesto a la vida, sería lo inerte.

-Estos años en medio de ese desierto hemos tenido suerte de tener voces como la tuya. Tus videos y mensajes han servido para dar luz y esperanza a todos los disidentes y para sentir que no estábamos locos. No nos han dejado cuestionar lo ocurrido y eso ha sido muy duro…

-No estoy aquí para convencer a nadie. Salir fue una necesidad interna, de poder expresar lo que una sentía. Fue la manera de hacer ese llamado para decir a la gente que no estaba sola, quizá porque yo también me sentía sola. Yo me preguntaba, ¿cómo puede ser que toda esta gente que tiene masters y doctorados no se den cuenta de una mentira tan flagrante? El tema es que darse cuenta y cuestionarse algo no depende del nivel de estudios. No nos cuestionamos nada porque la escuela nos quita esa capacidad y nos adoctrina a no cuestionarnos nada. Pobre de ti que pienses y que no respondas exactamente a lo que el profesor te contó. Son muchos años en los que no tienes permiso para pensar. La gente no puede encajar otras miradas porque nunca les han enseñado a pensar de otra manera. En la ciencia no hay verdades, hay un acercamiento progresivo a la verdad. Si no se permite dudar, pues eso es una creencia y un dogma. Antes quemaban en la hoguera a los que decían que la tierra era redonda y ahora a los que dicen que la tierra es plana. No nos permiten dudar de lo aprendido. ¿No te parece sorprendente que ante una enfermedad nueva te digan que de pronto no se pueden hacer autopsias? ¿No te resulta chocante que hayan tomado a la humanidad como un rebaño de cobayas a las que poner un experimento? Esos tratamientos estaban todavía en fase experimental y todas las personas que se lo han puesto han sido parte de un experimento mundial.

-Muchas personas no lo vieron entonces y ahora tampoco ven la relación entre esas inyecciones y la cantidad de muertes por “repentinitis” que estamos viviendo.

-Es muy duro. Aquí es donde te das cuenta de que no hay pensamiento, solo creencias. La mayor rebeldía que puedes tener en estos tiempos es atreverte a pensar por ti misma y eso es lo que más empoderamiento te da.

-Tu visión holística e integral del ser humano también incluye los campos electromagnéticos. ¿Cómo entiendes la curación y la sanación del paciente?

-El informe Flexner nos dice que el cuerpo solo es bioquímica y que es una suma de partes, pero a mí eso no me cuadra. Si tengo una conversación desagradable durante una comida, por ejemplo, me sienta mal la comida, aunque sea sana. Hay un componente emocional con una bioquímica asociada. Después de un disgusto puede que te dé una gripe. Y ahí es cuando te das cuenta del poder de la mente. Cuando estás entusiasmado con algo sacas fuerzas de donde sea. Observo que cuando practico yoga me siento mejor. Y es que el cuerpo es mucho más de lo que nos han dicho. ¿Cuántas partes de ti reconoces? Reconocerlas es que haya una posibilidad de escucharlas, cuidarlas y atenderlas. Reconozco que tengo un cuerpo físico con una bioquímica, pero sé que hay otras partes de mi en el campo electromagnético. El corazón y el cerebro son eléctricos. El primer síntoma común en todas las enfermedades es que el voltaje de cada célula está bajito. ¿Por qué baja ese voltaje? Y entonces te vas dando cuenta de que tener enchufado el router todo el día no es nada bueno y que igual esa taquicardia que has tenido está relacionada con llevar el móvil en el bolsillo todo el día… ¿Y si aprendo a cuidar esa parte electromagnética? ¿Y si aprendo a hacer ayuno digital? ¿Y si aprendo a caminar descalza y me renutro de esos electrones que son la base de la danza de la vida? Si descubres que hay diferentes dimensiones en ti e integras la física, la bioquímica, la energética, la electromagnética, la emocional, la mental y la espiritual te vas a dar cuenta de que eres mucho más rico de lo que creías y que tienes mucho más poder. Si estás demasiado expuesto a los campos electromagnéticos da igual cuántos detox hagas y cuántos suplementos te tomes, vas a estar poniendo parches, pero no vas a solucionar el problema. Hay un elemento que no estamos teniendo en cuenta en la salud que son los campos electromagnéticos.

-¿Quienes han sido tus referentes a lo largo de tu camino?

-Mi camino ha sido bastante solitario. Una cosa es lo que hago y otra lo que soy. Yo soy, por encima de todo, un ser humano. Y ese ser es lo que me da esa capacidad de empatía, de comprensión, de imaginación, de creatividad, de pensamiento propio y de trascendencia. La vida me ha puesto en situaciones complejas, extraordinarias y surrealistas en las que descubres que eres más de lo que ves. Hice el camino de Santiago destrozada internamente con una rotura de alma brutal y con muchísimo dolor. Me enfoqué en caminar para sentir el dolor de mis pies y no sentir tanto el dolor de mi alma y de mi corazón. Y ese camino me dio la experiencia y la certeza interna de que no puedes negar que somos más de lo que vemos y hay todo un mundo energético allá afuera. Durante unos años estuve investigando en ese mundo energético. En una de esas centrifugadoras que pasé acabé en Colombia y me encontré con una persona que me cambió la vida, el doctor Mario. Él me abrió la puerta a cómo trabajar ese mundo espiritual a través de la pura meditación en silencio. Mario me dijo “no leas nada, no sigas a nadie, simplemente quédate en silencio y medita”. Más recientemente empecé a leer cosas de Bruce Lipton, Joe Dispensa, Ami Goswani…, de gente que me decía “es que lo que tú dices es lo mismo que dicen ellos”.

-Quien te escucha sabe que tu luz es fruto del trabajo personal para superar las noches oscuras del alma. ¿Qué te ha aportado la meditación?

-La meditación me lo ha dado todo. Meditar no es un verbo, es un estado. Es encontrar un estado interior. Como tú llegas a ese estado va a depender de ti y de tu estructura. Puedes llegar a un estado meditativo con prácticas relacionadas con el arte, con el movimiento. Yo tengo un talante más contemplativo. A mí me resulta fácil quedarme quieta y en estado de contemplación. Durante muchos años he practicado las técnicas de  meditación de Kriya Yoga de Yogananda, técnicas de silencio y quietud, y a mí me ha funcionado muy bien. La meditación me ha ayudado a recordar quién soy, que no soy ni mi cuerpo ni mi mente, y a encontrar ese lugar interno donde, a pesar de tener un huracán a tu alrededor, tú estás en absoluta quietud. La paz es el punto de partida. Tener técnicas y herramientas que te ayuden a encontrar esa paz es más que necesario en estos tiempos de metamorfosis. Si en algo debemos invertir tiempo, energía y recursos es en aprender a utilizar nuestra mente para encontrar esos lugares de paz y de gozo. La expresión creativa y utilizar las manos es la mejor manera de calmar la mente. Todos los procesos creativos nos acercan también a nuestra parte trascendente.

La meditación nos aporta capacidad para discernir y para ser ecuánimes. Y nos cuesta mucho tanto discernir como ser ecuánimes…

Sí, la ecuanimidad implica encontrar ese equilibrio y que tienes derecho a sentir lo que estás sintiendo. Puedes sentir que estás enojada porque te ha pasado algo injusto que sientes que no te mereces. Está bien. ¿Qué vas a hacer con esa energía? Puedes utilizarla para dejar de procrastinar o para mover esas cajas que tienes que colocar en algún sitio y nunca tienes tiempo. La rabia te da un montón de energía, así que aprovecha esa energía. Siempre tienes la posibilidad de elegir y, cuando le das cauce y movimiento a la energía, entonces puedes encontrar la ecuanimidad. La ecuanimidad es que sepas cuál es tu valor, pero no significa que no sientas. La emoción es un movimiento, te lleva a moverte. La búsqueda de la ecuanimidad tiene que ver con estar muy consciente, qué estoy sintiendo y darle cauce. No es no sentir, es darle salida, darle dirección y propósito.

-Uno de los grandes desafíos que tenemos en este momento es elegir la acción correcta. ¿Qué es para ti la acción correcta?

-La acción correcta es la que surge de tu genuinidad, de tu huella dactilar. Tiene que ver con la expresión de la coherencia interna. No hay coherencia si no hay acción que surja de la autenticidad máxima. Mi acción correcta es individual y es fruto de lo que yo soy, de cómo pienso y siento cuando no hay  contradicciones en mí. Todos tenemos una manera única de ver la vida, cada uno de nosotros somos un instrumento y estamos todos juntos improvisando una melodía. Incluir al otro es muy importante. No hay coherencia si yo estoy solo. Tenemos un propósito común que es expresar la vida y expresar la grandiosidad del ser humano.

-En la era de Acuario se nos dice que el viaje de la humanidad va del “yo” al “nosotros”, del tercer al cuarto chakra. ¿Hacía dónde sientes que vamos como colectivo, como humanidad?

-En el viaje del “yo” al “nosotros” es imprescindible darse cuenta de que soy parte de un todo. Veo este momento como un parto. Lo que nos hace mamíferos son los tres chakras inferiores. Sin eso no podemos seguir construyendo. Cruzar el diafragma significa recuperar lo que es humano, centrarnos en el corazón, en la empatía, en la creatividad, en la expresión genuina de lo que somos y en lo que significan todos los otros chakras. No todo el mundo está dispuesto a eso. Hay dos palabras que para mí son muy importantes en ese viaje: voluntad y coraje. El coraje es el antídoto al miedo. No todo el mundo tiene la voluntad. Una de las cosas que más nos está quitando la voluntad son las tecnologías. Sentarte a meditar requiere voluntad. Todo lo que te lleva a cruzar ese diafragma requiere voluntad. Hay mucha gente que ya le está bien que piensen por ellos. Por lo tanto, no todo el mundo va hacer ese paso como humanidad. Habrá personas que seguiremos poniendo voluntad y coraje a la vida, y otras que no. A mí ya no me preocupa qué quieran hacer. Yo voy a seguir expresando lo que sé y lo que soy con fuerza y coraje y en mi zona de influencia voy a brillar con toda la luz que pueda. ¿Qué tal si en vez de preocuparme de lo que hace el otro, me ocupo de mí y confío en la vida? Y confío en que no todo el mundo tiene que seguir el mismo camino que yo. Y aún así, estará bien.

-Comparte un último mensaje inspirador para nuestros lectores:

-Me encantaría que cada uno de nosotros pudiera vislumbrar por un instante esa grandiosidad que significa ser humano. En un mundo en el que nos están quitando toda la dignidad que tenemos como humanos hay que recordar la capacidad que tenemos de sentir, conectar desde el corazón, crear, imaginar, pensar por nosotros mismos, intuir, recibir inspiración para hacer las cosas y trascender. Todo eso nos hace humanos, lo tenemos cada uno de nosotros y solo necesitamos darle más atención a eso y menos atención al piloto automático, cómo yo puedo fortalecer mi empatía, mi capacidad de imaginar algo mejor, cómo puedo materializar eso que estoy imaginando… A mí me encantaría que cada uno pueda recordar la grandiosidad de lo que somos. Estamos construyendo nuestra propia vida, estamos pariendo una nueva tierra entre nosotros y eso se va a hacer desde el amor, desde la consciencia, desde la colaboración. En este momento, casi te diría que es hasta fácil decidir. Es decir, ¿esto me lleva a una vía orgánica o artificial? Si es artificial no me interesa, me interesa lo orgánico, lo que resuena con la naturaleza, me interesa la belleza de cada puesta de sol. Y la otra pregunta es: ¿esto me empodera o me desempodera? Si me desempodera no me interesa. Si me habla de cooperar, de colaborar juntos, eso sí lo quiero. En este momento es solo estar atento a eso, a lo que te sabe a verdad. Sal al mundo sin miedo. No hay nada que sea opuesto a la vida más que lo inerte. La muerte es lo opuesto al nacimiento. Cada vez que te mueves y haces algo te estás acercando a la vida. Deja de juzgar a los demás, conecta con tu corazón y simplemente anímate a ser lo que ya eres, anímate a brillar y a exponerte, y a decir “esto es lo que soy y estoy en proceso de mejora”. De momento, vamos a disfrutar del camino y vamos a poner el foco en donde está mi propia luz, a expresar esa luz, sabiendo que nada ni nadie puede jamás apagarla porque es mía.

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