Ayer comenzó un ciclo de conciertos acústicos del que os quiero hablar. Porque es importante: bandas de mujeres, que tienen una fuerza y una creatividad alucinantes. Que no es fácil escuchar en los medios convencionales. Y que están abriéndose paso por tierra, mar y aire. Trabajando muchísimo y sobre todo, haciéndolo de esa manera que tanta falta hace: tejiendo redes, que es la forma en que las mujeres han venido cooperando durante toda la historia de la humanidad.

Eva Ryjlen es la culpable de todo esto. Se propuso activar la actividad cultural de Guadalajara y lleva años haciéndolo. Se propuso montar una banda y lleva un proyecto musical a sus espaldas muy interesante. Veinte años cantando, llenando salas, grabando discos y manteniendo su esencia, porque verla anoche era recordar también los inicios de Suitcase, hay mucho de su fuerza por todas partes.

El proyecto de las noches acústicas Arriaca es sencillamente un planazo. ¿Por qué? Pues porque nos trae conciertos muy chulos a un pueblo donde echábamos de menos una alternativa cultural, un plan factible para hacer en familia (es una gozada poder ir a un concierto con tus hijos), y porque encima, para más inri, no cuesta un duro disfrutar de conciertos con artistas que es difícil ver a no ser que vayas a festivales importantes, o consigas las entradas para sus conciertos. Algo que, en determinados momentos vitales, es complicado (la crianza es lo que tiene).

Así que imaginaos la alegría ayer cuando los que somos mamás y papás nos encontramos con un cartel tan interesante, a una hora más que razonable, y gratis. Había que ir. Y fuimos. Y lo disfrutamos.

El patrocinador es una marca de Cerveza, también pionera, que está siendo ahora mismo de las más rompedoras en el mercado: Arriaca. Y está bien decirlo porque promover cultura requiere de ayuda, y hay que agradecer que se apueste por estos proyectos. Además, dicho sea, nos tomamos unas birras bien ricas, y conocimos nuevos sabores. Es una cerveza artesana que se está abriendo paso a base de ofrecer un producto muy interesante.

¿Qué más queréis? Buena cerveza y buena música, acompañados de los peques.

La primera en romper el hielo fue Penny Necklace. Una revolución: no es fácil describir a Odette SP, salvo afirmar sin duda que tiene una voz impresionante, una sensibilidad muy especial, y un estilazo y originalidad que no admiten duda. Ella sola, una guitarra y un montón de «cacharros» con los que se grababa en directo, iba accionando y conseguía montar un sonido impresionante. Letras punzantes y divertidas. Muy recomendable.

Aranda fue de las canciones que más me impresionó. Aquí os la dejo

Purpurina no sonó ayer, pero merece la pena escucharla:

Y después llegó «La Ryjlen». Eva sale al escenario y no puedes parar de mirarla. Por cómo se mueve, por cómo se come las luces. Todas para ella. Todos los ojos pendientes de sus manos, su pelo y su forma tan personal de cantar. Acompañada de Laura Solla (guitarra) y Ruth Pinel (piano), se comieron el escenario.

De mis favoritas, Violencia Posmoderna.

No faltó, desde luego, Santa Fe, y el público se entregó

Una vez al mes, hasta primavera, tendremos la suerte de disfrutar de estas noches acústicas Arriaca. Sean bienvenidos.

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