El informe del Defensor del Pueblo pone en videncia que la vigencia de Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza, que fuera aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2015, es una limitación a las libertades democráticas consagradas en la Constitución. El documento entregado por Francisco Fernández Marugán a los presidentes del Congreso y el Senado, Meritxell Batet y Manuel Cruz, requiere a los partidos políticos a culminar con su reforma dentro de 2019. Si bien es cierto que la reforma de la polémica norma, cuya tramitación se inició en la legislatura pasada, por el adelanto de las elecciones generales, no ha podido completarse. El caso de la Reforma Laboral, otro tanto. Es para recordar, la foto de la claudicación sindical llegando a consensos con el gobierno del partido más corrupto de la historia de España. Este país no puede mirar al futuro si no se corrigen las anomalías del pasado, lejano o cercano.
El problema de la vivienda no existe. Viviendas sobran, gracias a Rato y Aznar. Lo que existe es una legalidad a medida de los especuladores. Mientras los sucesivos gobiernos de la democracia de la Transición, y sus legislaciones, fueron adaptándose a sus intereses. Me pregunto si ya se tiene en claro la gestión del conjunto de viviendas acumuladas por la burbuja, llevada a cabo por la SAREB. Estos temas son del pasado reciente. Muy reciente. Pero el tema vivienda no está en la agenda del gobierno en solitario de Pedro Sánchez. Así, el fondo buitre estadounidense Blackstone se consolida como el mayor propietario de viviendas de España. Tiene cerca de 30.000 viviendas en alquiler. Las gestiona a través de sus cinco sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria, también conocidas como “socimis”, dedicadas a la vivienda. Tal vez la renuencia del ministro Ábalos en materia de vivienda tenga origen en ello.
También el “café para todos” de los acuerdos de la Transición siempre me llamó la atención. No es casual. Franco, según se publicó en 2015, se enriqueció por la venta de café donado en 1939 por Brasil. Esto se indica en “La otra cara del Caudillo”, cuyo autor fue Ángel Viñas. Este desvela que el dictador ingresó en 1940 en una de sus cuentas, 7,5 millones de pesetas, que equivalen “más o menos a 85,6 millones de euros de 2010”, por la venta de un envío de café que había donado el dictador brasileño Getúlio Vargas. “No veo la razón por la cual Vargas pudiese hacer un donativo a Franco a título personal, de dictador a dictador. Probablemente supondría que su homólogo no iba a beberse el café que pudiera obtenerse con 600 toneladas de granos. Entiendo, pues, que lo más probable es que fuese hecho implícitamente bien al pueblo o al Estado españoles”, deducía el autor. El café era uno de los productos escasos durante la posguerra y, por ello, uno de los más solicitados en el ilegal mercado negro. El estraperlo era una de las actividades preferentes en ciertos círculos del Régimen. La propia historia de ese Régimen debe ser motivo de estudio en los niveles educativos. Por no contemplarse, ya tenemos a sus cachorros en gobiernos y parlamentos.
También los tenemos en otras posiciones institucionales desde hace décadas. Francisco Franco al parecer tiene asegurado un tratamiento preferente por encima de la voluntad mayoritaria de los representantes de la ciudadanía española. Esto nos confirma que el pasado que nos han contado ha sido una mentira. Si hubiese habido una Transición real España tendría futuro.
En tanto ello no ocurra, seguiremos cautivos del pasado.
