¿Hasta qué punto las medidas del BCE han sido efectivas?

  • Han evitado que la recesión en la zona euro fuera mayor y ha propiciado unas perspectivas positivas sobre el crecimiento del PIB (1,4% para el 2016) y del nivel de precios (del 1,3% y el 1,6% para 2016 y 2017, respectivamente).
  • Han propiciado la reducción del coste del crédito para las empresas y los hogares.
  • Se ha incrementado la competitividad de las exportaciones en la zona euro, gracias a la depreciación de la divisa comunitaria.

¿Cuáles pueden ser las nuevas medidas que puede anunciar el BCE?

Sobre las nuevas actuaciones que puede llevar a cabo el BCE, pocas sorpresas cabe esperar, pero no porque a Draghi no le queden balas en la recámara, como muchos piensan, sino más bien por otros aspectos relacionados con la teoría macroeconómica. Hasta 2017 ó 2018, como mínimo, que nadie espere ver resultados significativos sobre los principales agregados macroeconómicos.

Es poco probable que, hasta la reunión del próximo 8 de septiembre, Draghi sorprenda con sus palabras. Llegada esa fecha, muchos son los indicios que apuntan hacia:

  • Ampliar el plazo del programa de compra de bonos (QE) que se espera que termine en septiembre de 2017.
  • Que se rebaje a niveles más negativos las operaciones de marginales de depósitos.
  • Es muy poco probable que se rebaje de nuevo el tipo de interés al que presta dinero a los bancos a un día, actualmente en el 0%, hasta situarlo en niveles negativos.
  • La iniciativa del helicóptero monetario (dar a todos los ciudadanos 1.300 euros para impulsar el crédito) para muy poco probable en un contexto en el que Alemania no comparte totalmente la política monetaria ortodoxa de Draghi y es un gran defensor de la austeridad.
  • Las autoridades monetarias podrían plantearse la creación de una institución semejante al Instituto de Crédito Oficial (ICO) español. En tal caso, sus principales funciones se promover actividades económicas que contribuyeran al crecimiento, al desarrollo del país y a la mejora de la distribución de la riqueza nacional. Es decir, cubrir necesidades de financiación que no son cubiertas por el resto del sistema financiero y con ello promover la circulación del crédito entre las empresas y las Familias. No hay que olvidar que uno de los principales problemas de las empresas a la hora de acceder al tradicional crédito bancario es su tamaño ya que por ejemplo en España como señala FUNCAS el 99.2% son PYMES.

¿Cuáles son los retos para la Zona Euro?

 

  • Una política fiscal única. La Zona Euro no es un área monetaria óptima, aunque en la actualidad existe libre circulación de capital y trabajo, los salarios y los precios no son totalmente flexibles. En este sentido, que nadie olvide que en un mercado libre y con una moneda en común como ocurre en la zona euro, es necesario que la política fiscal sea única.
  • Reformas estructurales. Con el objetivo de estimular la demanda y la inversión. El enorme esfuerzo que realiza Draghi no será suficiente para arrancar el motor de crecimiento si no se llevan a cabo reformas estructurales. Algo que, como todos sabemos no gusta nada a Alemania, pero que si queremos volver a vivir la emoción de ver crecer el PIB a mayores tasas y asegurar la sostenibilidad del euro, todos deberemos sacar la cartera, y hacer un esfuerzo.
  • Alemania debe colaborar en el crecimiento. Parte de una situación ventajosa respecto al resto de estados miembros de la zona euro con una balanza comercial positiva. De ahí su oposición a nuevos estímulos monetarios. En tal caso, dicho país debería colaborar en el crecimiento de la zona euro llevando a cabo reformas estructurales encaminadas a mejorar las infraestructuras e incrementar los salarios de modo que los alemanes tendrían más poder adquisitivo para comprar más productos del resto de socios de la Zona Euro.
  • La banca europea, entre la espada y la pared: En un contexto de bajo tipos de interés marcado por los diferentes estímulos monetarios, la existencia de algunos activos tóxicos en los balances, y la digitalización de los servicios financieros, la obtención de rentabilidad es todo reto para la banca europea. En este contexto, de saneamiento de los balances y cumplimiento de Basilea III, poco se le puede pedir a los bancos para que concedan más créditos a las empresas y familias.

 

Carlos Salvador. Profesor de CUNEF

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