En un año que ha sido marcado por los aumentos en las facturas de la luz y el precio de los alimentos, muchas familias no cuentan con el margen para gastar mucho dinero en regalos. Por este motivo, se han puesto de moda las opciones “DIY” (“hazlo tú mismo”, del inglés), que consisten en pequeños presentes personalizados hechos a mano, con cosas que puedan encontrarse en casa o comprarse por unos pocos euros.
Las redes sociales se han plagado de páginas, grupos y canales que buscan aportar ideas originales para agasajar a los seres queridos: ropa tejida a mano, artesanías y objetos decorativos, entre otros. Con seguir unas sencillas indicaciones se puede lograr un resultado de calidad y con todo el amor que sólo lo hecho por uno mismo puede tener.
¿Qué hacer si no se tiene tiempo ni dinero?
Cuando de todas maneras queremos cumplir con la tradición y comprar regalos para familiares y amigos, sea porque no contamos con el tiempo o la creatividad para idear nuestros propios presentes, disponer del dinero para cubrir todos estos gastos puede ser algo que esté muy lejos de nuestro alcance. A medida que se acercan las fiestas los precios aumentan considerablemente, más allá de las promociones puntuales que puedan encontrarse, y esta situación agrava aún más el problema para una economía familiar que ha sufrido el impacto de un año muy difícil. En este contexto, recurrir a un crédito puede ser una solución.
En general, la experiencia que la mayoría de las personas han tenido con los bancos tradicionales a la hora de pedir un préstamo personal no ha sido la mejor. Procesos largos, semanas de demoras y una cantidad infinita de papeleo son las características que han marcado el acceso a la financiación para los clientes minoristas. Si a todo eso se le suman los controles de historial crediticio que imposibilitan que personas registradas en ASNEF puedan pedir dinero prestado, la situación parece no ser la más adecuada para llegar a tiempo con los regalos para estas fiestas.
Sin embargo, la aparición de entidades financieras que ofrecen instrumentos de crédito online ha cambiado notablemente el panorama. Los sitios de préstamos online imponen muchos menos requisitos para acceder a estos servicios que la banca tradicional. Algunos de ellos admiten incluso a clientes con antecedentes de mora alterando mínimamente las condiciones de aprobación. La contrapartida de esta flexibilidad son las tasas de interés más altas para estos productos, que imponen que los solicitantes hagan un uso responsable de los préstamos para no complicar su situación económica personal en el largo plazo.
Cómo pedir un préstamo rápido
Solicitar préstamos rápidos online es realmente muy fácil. En la mayoría de los sitios web de los oferentes se puede simular el coste financiero del crédito de acuerdo con el importe requerido y al plazo de devolución deseado, para conocer qué es lo que se puede esperar una vez que se contrata el servicio. Tras haber especificado las características del préstamo rápido, se debe completar un formulario con datos personales y proveer documentación personal, particularmente para acreditar la mayoría de edad, el domicilio y una fuente de ingresos.
Tal como su nombre lo indica, estos préstamos online tienen la ventaja de que se otorgan, generalmente, en poco más de un cuarto de hora. Las empresas envían una notificación por SMS cuando el saldo se haya transferido a la cuenta bancaria del cliente, y a partir de ese momento se puede disponer del crédito de la forma en que se desee. Esta característica los hace óptimos para resolver rápidamente situaciones en las que se necesita un respaldo de dinero extraordinario, como afrontar la compra de los regalos navideños para toda la familia.
Sin embargo, es necesario manejar estos instrumentos con responsabilidad. El acceso fácil y rápido al endeudamiento puede ser contraproducente si no se hace sólo en casos de extrema necesidad y en condiciones de devolución que se ajusten a la capacidad que tengamos de pagar el préstamo en tiempo y forma. Teniendo en cuenta las elevadas tasas de interés, excederse en la cantidad de dinero pedida puede resultar en cuotas mensuales muy caras y difíciles de afrontar.
