Apenas dos semanas después de contagiarse de Covid-19, el ideólogo de la extrema derecha brasileña y antivacunas, Olavo de Carvalho, fallecía en un hospital de Richmond sin que su familia quisiera publicar la causa de su muerte. Aunque la versión oficial indica que su muerte se debió a una “insuficiencia respiratoria aguda”.
Conspiranoico
De Carvalho era escritor, periodista y filósofo y muy conocido en Brasil por su postura política de raíz conservadora y por ser un ferviente crítico de la izquierda política. Sus teorías conspiranoicas se centraron en los últimos tiempos en la pandemia de Covid-19. El filósofo defendía que el virus había sido creado en un laboratorio chino asegurando que “el contagio es obra de ingeniería”.
Elogios de Bolsonaro
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se despedía de Olavo de Carvalho a través de su cuenta de Twitter sin escatimar elogios: “Nos deja uno de los mayores pensadores de la historia de nuestro país… Un gigante de la lucha por las libertades y un faro para millones de brasileños. Su ejemplo y sus enseñanzas nos marcarán para siempre”.
“Atmósfera mental”
El asesor ideológico de Bolsonaro defendía que la sociedad brasileña se veía sumergida en una estrategia iniciada varias décadas atrás por el marxista italiano Antonio Gramsci. Con el objetivo de crear una «atmósfera mental» en la que la población se volvía socialista sin darse cuenta. Su ideología le sirvió para convertirse en gurú del resurgir global de la ultraderecha. Hasta que a finales de 2018, el presidente electo, Jair Bolsonaro, aparecía junto a un escritorio en el que reposaban un ejemplar de la Biblia, uno de la Constitución, otro de Winston Churchill y, como no, otro de Olavo de Carvalho.
