Ni a Bécquer se le hubiera ocurrido una solución semejante en forma de leyenda para tan imponente órgano. Las monjas clarisas del convento de Santa Inés han recibido un serio varapalo económico desde la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que ha decidido sancionar con una multa de 170.000 euros a la congregación religiosa por haber realizado una modificación sin permiso oficial del órgano del templo, un imponente aparato de 600 tubos construido en el siglo XVII por Pérez Valladolid del siglo XVII. El instrumento musical fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) de la Junta de Andalucía en 1983, aunque no el órgano en sí mismo –que ya ha sufrido varias modificaciones en su historia- sino por estar incluido en el convento, que sí es un edificio así declarado.
Una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la restauración del patrimonio organístico andaluz, Fundación Alqvimia, decidió unilateralmente emprender la restauración del órgano con la intención de tenerlo listo para antes de Nochebuena, fecha en la que es tradicional que suene para los fieles que acuden a este templo sevillano. El instrumento musical es conocido como ‘Maese Pérez, pues es el mismo que inspiró al poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer para componer su famosa leyenda Maese Pérez, el organista.
La infracción, que puede ser reducida hasta los 102.000 euros si las monjas adelantan el pago de la multa, se ha consumado cuando las religiosas decidieron por su cuenta y riesgo trasladar el órgano de la discordia desde la Iglesia del convento de Santa Inés hasta el taller de restauración de Jorge Anillo, en la localidad sevillana de Alcalá del Río, un traslado que se realizó sin notificarlo previamente al departamento de patrimonio histórico de la Consejería de Cultura como es preceptivo.
Los técnicos especialistas de la Consejería de Cultura se dieron cuenta de que faltaba el órgano del templo en una visita realizada el pasado 17 de octubre.
