Matemáticamente todavía es imposible que Verstappen se proclame ganador en el próximo Gran Premio en el circuito Hermanos Rodríguez. Aunque consiguiese 25 puntos y Lewis Hamilton ninguno, aún quedarían 100 puntos en juego y todo seguiría siendo posible.
Pero aunque el resultado del Gran Premio de México no vaya a ser definitivo e incontestable para el mundial tenemos la certeza de que sí va a ser muy importante.
Y es evidente que quien está más preocupado y tiene más miedo ahora mismo, es Lewis Hamilton. Porque Verstappen ya estuvo terrorífico, sin necesidad de pintarse la cara de calavera, en el Gran Premio de Estados Unidos.
Aunque no nos confundamos. El trabajo que hizo Max en Austin tuvo un precio, pues los nervios afectan al holandés tanto como a cualquiera.
Confesaba el Dr Marko que Max se bajó temblando del bólido, y que durante los entrenamientos hubo un momento que se sentía sin fuerzas para seguir conduciendo y decía que lo veía todo negro. Según Marko estaba levemente enfermo, según nosotros: eran puñetazos de los que nos dan a todos, por muy fuerte que se sea, los nervios.
Ahora, mirando la cara como la llevaba pintada Max Verstappen en el Gran Premio de México la última temporada que compartió equipo con Daniel Ricciardo, se nos antoja un tipo terrorífico. Y repetimos qué en México probablemente será su gran rival, el heptacampeón del mundo, sir Lewis Hamilton, quién -de los dos-tendrá más miedo. Y más nervios.
Tigre Tigre
