Los trabajadores recuperarán derechos con el nuevo gobierno

Una vez que Pedro Sánchez sea investido presidente, una de las primeras medidas que implementará será la aprobación de una serie de medidas que derogarán de facto dos de los aspectos más lesivos de la reforma laboral de Mariano Rajoy: la ultraactividad de los convenios colectivos y la preponderancia del convenio del sector sobre el de empresa.

Después de 8 años en la que los trabajadores españoles han tenido que convivir con una reforma laboral creada ad hoc para el beneficio del empresario, el nuevo gobierno progresista ha decidido que ya ha llegado el momento de que la clase trabajadora recupere los derechos que, con la excusa de la crisis económica, les arrebató el gobierno de Mariano Rajoy en connivencia con las diferentes patronales.

Los primeros aspectos que van a ser derogados a través de diferentes leyes serán, en primer lugar, la recuperación de la ultraactividad de los convenios colectivos, lo que implicará que, si no hay un acuerdo entre patronal y sindicatos para la renovación de los mismos, se prorrogarán de manera automática. En segundo término, se volverá a la preponderancia del convenio del sector sobre el de empresa, lo que conllevará que los empresarios ya no podrán imponer a sus trabajadores unas condiciones laborales y salariales inferiores a las del convenio sectorial y, por tanto, evitará los abusos que se están produciendo en la actualidad.

Es el primer paso para la derogaciòn de una reforma laboral que ha generado muchos beneficios a las empresas pero que ha sido una herramienta de destrucción masiva de derechos que parecían consolidados. El próximo paso que deberá adoptar el nuevo gobierno es la derogación de los puntos de abaratamiento del despido y, sobre todo, las exigencias sindicales sobre los ERE porque no es normal que empresas con beneficios inicien procesos de reestructuración de plantillas, como, por ejemplo, está ocurriendo en la banca donde entidades con beneficios están despidiendo a miles de trabajadores. El último caso ha sido el del Banco Santander que, con miles de millones de beneficios declarados, ha puesto en la calle a más de 3.000 empleados con unas formas muy crueles.

Sin embargo, los empresarios no se están quedando quietos y, tal y como publicamos en Diario16, están preparando estrategias que adelanten ajustes salvajes de plantilla.