Durante los últimos años se han producido grandes incendios en nuestro país vecino, Portugal, al igual que venimos sufriéndolos en España, sobre todo en verano.

El gobierno portugués ha luchado mucho para intentar encontrar soluciones, para poder prevenir los incendios y operar, una vez que se han producido, con mayor eficacia. Para ello, han puesto en marcha herramientas tecnológicas como satélites y drones, sumándolos al ya conocido trabajo de la extinción desde las avionetas. También han estudiado cambiar las políticas sobre la gestión de los terrenos para mantenerlos limpios y con algunas medidas de seguridad que prevengan los incendios.

Una de las medidas que están poniendo en marcha es la colaboración con los pastores de cabras. Precisamente en Portugal ha sucedido lo mismo que en España: el campo se ha ido quedando vacío, y la gente más joven ha preferido abrir sus caminos lejos de las tierras que han trabajado sus antepasados. Entre otras muchas cosas, los campos se han quedado sin atención y en muchos casos, nadie ha mantenido limpios de hierbas y ramas los lugares que, de haber fuego, lo extenderían con rapidez.

La colaboración de los pastores consiste, precisamente, en coordinarse para sacar a pastar a sus cabras por aquellos terrenos donde haga falta mantener medidas de cuidado, suponiendo una labor que dará muchos beneficios a escaso coste.

El proyecto piloto se puso en marcha el año pasado por parte de la agencia forestal pública con un presupuesto de dos millones de euros. Se han inscrito ya alrededor de cincuenta cabreros de todo Portugal que aportan más de 10.000 cabras que podrán mantener limpias casi tres mil hectáreas. El objetivo es encontrar pastores que quieran sumarse. La contraprestación que reciben es de unos tres euros por día de pastoreo: este es precisamente un problema a la hora de encontrar pastores que quieran colaborar, pues no les compensa desviar sus rutas habituales por esa cantidad.

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