“Y dejo a mi querido nieto Joe, la bombilla del salón, para que le ilumine muchos años”. Esta podría ser parte de un testamento en Estados Unidos, pensó Boris. Y es que las primeras bombillas que se fabricaron tenían una larga duración.
El médico investigador Boris Pérez se acordó de las bombillas cuando alguien comentó que las nuevas bombillas duran más, porque las de antes había que cambiarlas con cierta frecuencia. Se referían, pensó Boris, a las de antes del año 2012 que fue cuando la Unión Europea prohibió la venta de bombillas de las llamadas incandescentes, como una medida de protección del medio ambiente.
Pero las primeras bombillas que se fabricaron duraban muchos años. Eso debía ser un problema para los fabricantes de bombillas, pensó Boris. Quizás en ese momento se comenzase a pensar que habría que disminuir la duración para mantener la fabricación.
En este año 2021 se celebra el cumpleaños de la bombilla más antigua en funcionamiento que se conoce. Lleva funcionando ciento veinte años. Se encuentra ubicada en el parque de bomberos de Livermore (California). Usted puede acceder a la web www.centennialbulb.org , desde donde una cámara emite imágenes de la bombilla en tiempo real. Cuentan que a veces la cámara se estropea con el tiempo y hay que cambiarla, pero que la bombilla sigue funcionando sin parar. Salvo por un periodo de diez horas parece que esa bombilla no ha dejado de estar encendida en ciento veinte años y conserva el récord Guinness correspondiente. En esa dirección web podrá encontrar toda la información al respecto. Otras bombillas centenarias en funcionamiento en otros lugares de Estados Unidos datan de los años 1908 y 1912, lo cual demuestra la calidad de la fabricación inicial.
Se dice que lo contrario de ser una persona brillante es ser una persona con pocas luces, pero cuando esas luces provienen de una bombilla con más de cien años, se debe estar refiriendo a una persona que se ahorró mucho dinero al no tener que cambiar bombillas en toda su vida.