Ahora que se confirma en sede del Parlamento Europeo que las vacunas contra la Covid-19 no fueron testadas antes de salir al mercado para evitar la transmisión del virus, es decir, los contagios, se ha comenzado a repetir un mantra por parte de los principales medios de comunicación (que comparten accionariado con las farmacéuticas Pfizer y Moderna): apuntan a que esto «ya se sabía desde el principio» y señalan que las vacunas fueron diseñadas para «evitar cuadros graves por infección y la muerte».
Sin embargo, desde Diario16.com llevamos meses investigando y en contacto con distintos expertos en farmacovigilancia, que siempre advirtieron de que esto tampoco era cierto.
Precisamente hoy, el Doctor Félix Millán, señalaba en sus redes sociales al hecho de que: «En Material y Métodos de los ensayos clínicos de las vacunas se establece que el objetivo primario de los estudios fue la enfermedad leve, NO la severa, ni las hospitalizaciones, ni la muerte» y hace además, un llamamiento al rigor científico.
Margarita Del Val también lo dijo, y recuperamos el fragmento de televisión donde así lo advertía que se debería haber explicado a la gente que estas vacunas no estaban demostrando efectividad para casos graves y muertes.
¿Han salvado las vacunas 20 millones de vidas?
Se han publicado distintos análisis que pretenden cuantificar cuántas vidas se han salvado con estas vacunas. Sin embargo, cabe señalar que no fueron diseñadas con ese objetivo y hasta la fecha, no hay estudios que puedan presentar la causalidad directa entre la vacuna y la eliminación de cuadros graves y muertes por ellas.
Los estudios de análisis que se han realizado señalando que se han evitado 20 millones de vidas, se hacen analizando los datos de excesos de mortalidad, y pretendiendo atribuirle a las vacunas el descenso por casos atribuibles al covid, algo que ha sido muy criticado por los expertos, ya que los criterios para determinar que una persona fallece «por covid» o «con covid» han sido dispares en los distintos organismos que han contabilizado los casos. Además, estos «estudios», tampoco tienen en cuenta la aparición de nuevas variantes, mucho más suaves, y la inmunidad natural producida por los contagios masivos.
La científica Clare Craig desmontó estos «estudios» en el vídeo que puede ver a continuación. Fue censurada por ello.
Partiendo del hecho de que no existe ningún tipo de evidencia científica que haya podido demostrar que las vacunas contra el covid-19 eviten la muerte, y además, teniendo en cuenta que siguen falleciendo personas inoculadas y teniendo casos graves, cabría preguntarse entonces si han cumplido con las expectativas y promesas hechas, según señalan diferentes perfiles tanto del ámbito médico como político.
Lo peor como señalan muchos profesionales libres de intereses, es lo que pretenden generar en base a un tratamiento experimental génico continuado y regularizado.