Investigadores del Imi Spallanzani de Roma (Italia) han aislado el nuevo coronavirus en las lágrimas de un paciente y han podido comprobar que el virus también es activo y potencialmente infeccioso en las secreciones oculares de las personas afectadas. Incluso, cuando la muestra respiratoria da negativo.
Así lo ha publicado la revista «Annals of Internal Medicine»: los expertos han utilizado un hisopo ocular a los tres días de hospitalización de un paciente infectado por el nuevo COVID-19 y que además, tenía conjuntivitis bilateral.
Los expertos han logrado aislar el virus, demostrando que el virus es capaz de replicarse en la conjuntiva.
El hallazgo ha sido comunicado a la OMS antes de publicarse en la revista científica.
Los ojos serían no sólo una ventana para ser infectado, sino también para infectar. Por ello se recomendaría, en base a este estudio, protegerse con gafas y realizar exámenes oftalmológicos.