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Francisco Silvera
Francisco Silverahttp://www.quenosenada.blogspot.com.es
Escritor y profesor, licenciado en Filosofía por la Universidad de Sevilla y Doctor por la Universidad de Valladolid. He sido gestor cultural, lógicamente frustrado, y soy profesor funcionario de Enseñanza Secundaria, de Filosofía, hasta donde lo permitan los gobiernos actuales.
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análisis

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… Y tenía razón Karl Marx: la economía condiciona el pensamiento, genera ideología en un sentido negativo… como justificación del sistema. En lo que va del siglo XX al XXI nos hemos convertido finalmente (¿el fin?) en lacayos, y el Capital entra triunfante entonando su “El Estado soy yo”.

“In illo tempore”, los sindicatos y la izquierda tenían un ideal alternativo al del Capital, y siempre se han considerado (con razón) éticamente mejores porque su ideal aspiraba a la Justicia, era un Humanismo. Cuestión diferente es si se plasmó con “humanidad” o si parte del entramado teórico era una estupidez cuando no un horror, pero la finalidad era buena: inclusiva, pretendía (Escohotado ha revelado el entramado histórico en su Los enemigos de la propiedad) la salvación y, al menos, no se les puede reprochar la voluntad aunque sí los errores (y los crímenes).

Cuando oigo ahora a los sindicatos diciendo que su obligación es no caer en demagogias y defender los puestos de trabajo porque con lo de comer no se juega, refiriéndose a los contratos por armas con Arabia Saudí, me pregunto en qué se diferencian ideológicamente de Ciudadanos o del PP del neotándem Aznarcasado. Les oigo hablar y me pregunto a qué se dedican sus pensadores, ¿o ya no tienen “intellingentsia”?

Que CCOO y UGT, a salvo parte de sus bases que siguen siendo gente cabal, se han dedicado al politiqueo y el compango: es en cualquier centro de trabajo “vox populi” (ingenioso, ¿eh?). Como profesor doy fe de que ni la Administración nos ha tratado tan mal como esos sindicatos, sobre todo los “cocos” (su sede de Sevilla estuvo mucho tiempo pintada por huevos de tinta muy graciosos, cuando traicionaban y despreciaban a 20.000 interinos a favor de la Junta a comienzos de este siglo). Pero dada la crisis y las crisis que han vivido estas organizaciones, deberían haberse dado cuenta de que: no podían depender de las subvenciones, debían trabajarse a los profesionales yendo a los tajos y defendiéndolos, y que debían oponerse al sistema, sí: al sistema, porque el sistema ha devorado a sus defendidos y no han movido un puto dedo, ¿le suena el 15M? Por cierto, ¿qué dice Podemos? Mejor no saberlo, pero…, la gracia mejor, es Cáritas quien se atreve a denunciar la situación de pobreza y desprotección laboral… el mundo del revés.

Es verdad que con la comida no se juega: para eso está la política. España puede prescindir perfectamente de los contratos de marras siempre y cuando, como país, se marque unas prioridades que, si el gobierno para colmo es de izquierdas, deberían estar claras y una es la principal: no colaborar con el capitalismo amparado por dictaduras. Esto debería ser Ley internacional con consecuencias penales concretas para los responsables públicos.

De dónde podría salir el dinero para paliar el impacto en Cádiz, por ejemplo, es bien sencillo y tiene que ver con definir cuáles son las obligaciones para proporcionar una vida digna por parte del Estado; antes la izquierda anteponía los ideales humanistas al consumo y al dinero, hoy no: por eso ya no es izquierda, no tiene ideas y los sindicatos son representativos más de la empresa que de los trabajadores:

Con lo que cuesta mantener la seguridad en los campos de fútbol españoles y sus alrededores, lo que cuesta organizar las fiestas populares (incluidos los carnavales), financiar a la Iglesia y sus daños procesionales, la basura televisiva pública, el protocolo y la propaganda pública (todo artilugio que no sea exclusivamente información de utilidad), todo esta inutilidad generadora de corrupción, malas prácticas políticas y, además, contradictoria: porque gastamos una fortuna en programas de salud y después financiamos fiestas donde las drogas (incluido el alcohol) y los excesos son todo lo contrario de lo que pedimos a la juventud, destinataria de esos programas, o a los juzgados, responsables del cumplimiento de lo legal…

… Todo esto, decía, podría reinvertirse en una remodelación del modelo económico español, en una reconversión de esos astilleros gaditanos como modo de vida, en la explotación de las energías renovables, mil ideas que remuevan la estructura económica de este país: que no se ha inmutado desde el famoso libro del exprestigioso Ramón Tamames… y generar empleo, dinero para consumo y quien quiera fiesta o procesiones que las pague: nótese que no digo eliminar el sector económico que depende de toda esa patulea de celebraciones, lo que digo es que pague, que invierta como cualquiera, porque tiene al Estado perdiendo toneladas de dinero por un tipo de empleo que, muchas veces, ni siquiera es de calidad y que está destruyendo nuestra democracia.

Pero no se lo va a plantear nadie, porque remover los cimientos de una sociedad (sin violencia) es propio de la grandeza política, de las ideas, de la Ideología en un sentido positivo: querer cambiar para mejor con la Justicia como objetivo, esto es: volver a la izquierda. Pero nadie quiere, Podemos pareció que sí… y, sin embargo, ya admite en casi cualquier cosa que su opción es dejar todo como está y paliar… o sea: consolidar la gran estafa, cambiar todo para que nada cambie.

La crisis ha sido la gran ocasión perdida para renovar la izquierda, pero el consumo, la falsa promisión de felicidad del viaje de puente a Praga y esa comida dibujada en los platos para gente a quien no gusta comer, esas gafas de marca o el coche-nave espacial se lo comen todo…

Este artículo no soluciona nada, sólo quiere recordar que ganar dinero sin importar de dónde o hacia dónde fluye el mal es lo propio de la derecha. Critíqueme, llámeme demagogo, cuanto más lo haga: más claramente en el conservadurismo estará, por mucha banderita roja, barba o gafapasta que se ponga: hace mucho que la llamada izquierda es derecha, y la nueva: no termina de despegar. ¿Cuánto van a tardar los sindicatos en defender los puestos de trabajo de los “españoles” con la excusa de que nosotros no tenemos culpa de lo que pasa en otros países?

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1 COMENTARIO

  1. Hace un año en Ferrol estos sindicatos se manifestaron en contra al derecho de huelga de los trabajadores de la industria auxiliar en los astilleros. Esta situación provocaba que la factoría ferrolana se atreviese a denunciar en los juzgados la huelga, incluso a pedir indemnización millonaria. Afortunadamente los juzgados daban la razón a la clase trabajadora, unicamente apoyados por la CIG y esos falsos sindicatos han vuelto a la coherencia. Pero conviene no olvidar que la ugt apoyaba la brutal reconversión y CCOO el veto efectuado en los astilleros de mi pueblo. Felipe González no osaria de atravesar jamas las calles de mi pueblo en solitario y Aznar sería degollado enseguida.

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