El Consejo Superior de Investigaciones Científicas está trabajando en el desarrollo de tres vacunas contra la COVID-19. Entre ellas, una de las que más interés suscita es la que está desarrollando el científico Luis Enjuanes.
Este experto, ya jubilado, lidera un proyecto realmente innovador: el suero basado en un RNA derivado del genoma del virus, intranasal, que garantiza la paralización de la infección a terceras personas por parte de los vacunados (algo que no se ha conseguido con las vacunas actuales), generando una inmunidad total.
Su novedad más especial es que su aplicación es intranasal, no mediante un pinchazo intravenoso como las demás. El virus entra a través de las vías respiratorias, activando así las defensas de las mucosas generando una protección mucho mayor. La vacuna de Enjuanes será de una sola aplicación y tendrá eficacia «frente a cualquier variante».
Según ha informado RTVE, el experto ha anunciado que la vacuna estará disponible antes del 2022, lo que supone una noticia relevante de un hecho que podría servir para acotar al virus de forma contundente.
Es la mejor noticia en años.
Los científicos tienen métodos estupendos para la realización de pruebas y ensayos, y con la resultante diseñan la estrategia para la eficiencia o eficacia de su producto final, que también ha de ser probado por las variables que no caben o no cuentan en su desarrollo.
No puedo creer que se llamen ciencias políticas lo que sea que estudian los crapuletos y montescus que llevan años rivalizando con ideas del mesolítico.
Yo digo que les todo el dinero a los primeros y que les den a los segundos.