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La reforma fiscal, la gota que ha colmado el vaso de Podemos

El socio de gobierno del PSOE ya se ha hartado y no está dispuesto a aceptar que una de las reformas más importantes planteadas en el acuerdo firmado por Pedro Sánchez sea nuevamente adulterada por los socialistas

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
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análisis

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Podemos ha sido demasiado paciente con el PSOE y ha tragado demasiado con reformas que son parte de su ideario y que han sido absolutamente adulteradas o rebajadas por la parte socialista y neoliberal del Ejecutivo.

La formación ahora liderada por Ione Belarra ha tragado con una Ley de la Vivienda absolutamente insuficiente y muy alejada de lo que realmente necesita el pueblo. Lo mismo se puede decir de una reforma laboral que ha sido calificada como «una tomadura de pelo para la clase trabajadora». ¿Hasta cuándo van a aguantar?

Otro de los ejes sobre los que se sustentó el proyecto de Podemos es la reforma fiscal, es decir, la subida de los tramos impositivos para las grandes fortunas. Ahí es donde el PSOE de Pedro Sánchez está volviendo a exponer reticencias hasta el punto de que la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, llegó a afirmar que se trata de una reforma «inoportuna».

Ayer se votaba en el Congreso de los Diputados la proposición no de ley (PNL) presentada por Unidas Podemos en la que instaba a acometer la reforma fiscal. El PSOE de Pedro Sánchez no la apoyó porque, según los socialistas, falta por conocer el contenido de un informe de un comité de expertos.

Sin embargo, en el acuerdo firmado por Pedro Sánchez con Unidas Podemos se indica claramente lo siguiente en referencia al IRPF: «Se incrementan dos puntos los tipos impositivos sobre la base general para los contribuyentes que tengan rentas superiores a 130.000 euros y cuatro puntos para la parte que exceda de 300.000 euros. El tipo estatal sobre las rentas de capital se incrementará en 4 puntos porcentuales para dichas rentas superiores a 140.000 euros». Respecto al primer punto, no se ha hecho todavía nada y en el segundo, sólo se ha aplicado en la mitad.

Tampoco se ha cumplido lo pactado sobre la subida de impuestos a las rentas del capital por encima de 200.000 euros, pues el incremento acometido es de tres puntos cuando lo fijado son cuatro puntos a partir de 140.000 euros, algo que tampoco se ha respetado porque se ha subido a 200.000 euros.

En su documento de propuesta de reforma fiscal, Podemos insta a ir más allá e ir en el primer tramo a una subida de cinco puntos porcentuales porque la formación morada ha marcado como prioridad concretar esta reforma fiscal y recientemente lanzaron propuestas para elevar la recaudación en 30.000 millones de euros. Sin embargo, el PSOE de Pedro Sánchez no está por la labor de una política fiscal más justa y, en consecuencia, parecería estar a favor de mantener los privilegios de las clases dominantes.

El más que probable incumplimiento por parte del PSOE de Pedro Sánchez respecto a la reforma fiscal, ¿será la gota que colme la paciencia y el fin del Ejecutivo de coalición?

Graves incumplimientos

Respecto al impuesto digital Podemos ha detectado un pequeño avance, pero insuficiente, ya que el planteamiento actual permite a muchas empresas seguir sin tributar en sus operaciones en el marco de la economía digital. Para cumplir con ese precepto, Unidas Podemos reclama reducir de 500 millones a 300 millones la cuantía de ingresos anuales totales mundiales.

El pacto de Gobierno firmado por Pedro Sánchez señala la reforma del impuesto sobre las transacciones financieras y para conseguirlo de forma íntegra debe considerarse las ventas brutas y no solo las netas, como hacen países como Francia. Sin embargo, Podemos apuesta por incluir otras operaciones distintas a la compraventa de acciones, como por ejemplo los derivados financieros.

Otro de los puntos no respetados por el PSOE de Pedro Sánchez es el endurecimiento del tratamiento fiscal de las SICAV. El objetivo era aplicar un tope de concentración de capital en manos de un mismo inversor. Esto tampoco se ha hecho.

Por otro lado, para que se garantice una tributación mínima del 15% de sociedades, es necesario establecer un límite temporal de ejercicios anteriores a 4 años para la compensación de bases negativas y la modificación el régimen de exención con doble imposición, de tal manera que la exención se aplique cuando las rentas hayan estado sujetas a un impuesto similar a este impuesto del 15%.

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