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La noticia de un 24 de septiembre de millones de vidas después

Domingo Sanz
Domingo Sanz
Nacido 1951, Madrid. Casado. Dos hijos y tres nietos. Cursando el antiguo Preu, asesinato de Enrique Ruano y la canción de Maria del Mar Bonet. Ciencias Políticas. Cárcel y todo eso, 1970-71. Licenciado en 1973 y de la mili en 1975. Director comercial empresa privada industrial hasta de 1975 a 1979. Traslado a Mallorca. de 1980 a 1996 gerente y finanzas en CC.OO. de Baleares. De 1996 hasta 2016, gerente empresa propia de informática educativa: pipoclub.com Actualmente jubilado pero implicado, escribiendo desde verano de 2015.
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análisis

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Millones de vidas truncadas después ha regresado el fantasma de su asesino y, entre oropeles de legalidad vigente, será tratado como cualquier otro muerto.

Millones de vidas inocentes después, unos cuantos jueces se han blindado todos a una, aunque lo harían distinto, porque ninguno ha querido moverse de la única foto que quizás resista el paso del tiempo.

¿Como es posible que, con tanta unanimidad, hayamos tenido que esperar tanto?

¿Quién ha sido el maldito que lo ha consentido?

¿Qué clase de confabulación oculta ha gobernado un escenario donde tantos iban cayendo por el camino, sin que Nadie con mayúsculas se atreviera a salvarlos?

¿Qué es lo que nos derrotaba una y otra vez, cada día de nuestras propias vidas?

Millones de vidas truncadas, inocentes, propias y después, aún estamos muertos.

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1 COMENTARIO

  1. En Arabia Saudí, un millar de hombres forman parte de la familia real. Todos ellos reciben un porcentaje anual de los ingresos petroleros del país. Unos perciben el 1% y otros el 0,01%, pero ese 0,01%… quién lo pillara. Este hecho es público y el país lo acepta. ¿Por qué? Es un país orgullosamente feudal: los saudís admiten que su país tiene propietarios y ellos son siervos.
    Como en Espanya. Las preguntas que usted se formula tienen la misma respuesta: Espanya es una sociedad feudal, por arriba y por abajo, en la que la población admite que su país tiene propietarios, ellos tienen propietarios y, por tanto, los propietarios hacen con su país y con sus siervos lo que les viene en gana. Y todos tan contentos.
    La diferencia es que Arabia Saudí es una férrea dictadura que no permite la menor disidencia y descuartiza a los opositores, (lo acabamos de ver), pero los amos de Espanya no tienen que ensuciarse las manos descuartizando opositores porque ni siquiera tienen opositores. Creo que los lectores de diario16 saben por qué lo digo.
    Se lo diré todavía más claro: toda la rabia, los güevos y el odio que los espanyoles no teneis contra vuestros amos franquistas, los teneis contra los catalanes. Por eso Franco sigue en su mausoleo y seguirá, (cuando lo saquen me lo creeré), y por eso Federico sigue tirado debajo de un olivo cuando los ‘rojos’ espanyoles han sido omnipotentes en Andalucía durante 40 años y ahora la gobiernan quienes le fusilaron. Lo dicho: orgullosos siervos franquistas.

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