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La Narcisa

Vicente Mateos Sainz de Medrano
Vicente Mateos Sainz de Medrano
Periodista y Doctor en Teoría de la Comunicación de Masas.
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análisis

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Como madrileño aborrezco y abomino del chiché de madrileñismo rancio, soberbio, inculto, narcisista y ausente de toda empatía que gasta la Presidenta de la Comunidad: <<La Narcisa >>, que es el nombre que mejor le cuadra y que ella se encarga de asentar y propalar a diario en sus gestos, movimientos y expresiones de desprecio y suficiencia, con todo lo que la molesta o no encaja en su mundo imaginario. Así lo demostró, para borrar toda duda, en el último debate en la Asamblea de Madrid cuando se le recordó la responsabilidad de su Gobierno – su responsabilidad – por la orden que dieron a las residencias para que no se derivaran a la sanidad pública a los mayores enfermos de Covid, que favoreció la muerte de siete mil personas. Su respuesta, en tono desabrido y seco: << bueno miré, la verdad … bueno paso, total da igual >>, define a la perfección un desprecio y chulería injustificable en quien está obligada a dar explicaciones en virtud del cargo que ostenta,  con respeto y un mínimo de educación y conocimiento de las formas que debe mantener quién representa la imagen pública de la pluralidad social que conforma Madrid: pero ella solo se representa a sí misma, secundada por sus lacayos, envuelta en un madrileñismo barriobajero que busca enfrentar.

Chulería alejada del gracejo simpático, jovial y cómplice con el otro que es seña de identidad de los madrileños, que pervierte y convierte en una bofetada agresiva de suficiencia para frenar todo aquello que la devuelve a la realidad de la que huye de continuo – porque no le interesa – para refugiarse en el mundo irreal en el que vive, como refleja con suma exactitud el fulgor apagado de su mirada perdida en un horizonte que solo ve ella. Huida de la realidad en la que no encuentra su lugar; por eso necesita recrear una propia y se ausenta de las reuniones de su Gobierno, de los Plenos de la Asamblea o de las negociones del presupuesto, para acudir a los actos dónde sabe que la van corear <<Presidenta>>, que es lo que le gusta; como que la jaleen los corifeos mediáticos que, con bulos y mentiras descaradas, ensalzan su figura reforzando un narcisismo que la lleva al convencimiento de que lo puede todo: incluso, ser la candidata de la derecha y llegar a la Moncloa.

<<La Narcisa>> es la ejemplificación palmaria de lo que sucede cuando se lleva a posiciones de poder a quién no tiene el saber ni el conocimiento necesario, por el interés táctico de quién le abrió la puerta. Él alimentó a la bicha y, como siempre, la bicha – que no conoce ni sabe de lógica alguna – crece y vuela por su cuenta devorando lo que le impide conseguir el fin narcisista de alcanzar los mayores oropeles que ensalcen su figura. Y ahora, cuando todos ven el problema que han creado: ¿Quién para a la bicha?

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