La exclusión social sigue siendo uno de los principales problemas para la sociedad del S.XXI, y más concretamente cuando aludimos a las políticas sociales de los gobiernos. Un problema que afecta a los niños pero también a madres que han sufrido maltrato, explotación sexual, o que provienen de países donde la pobreza abunda. Por ello, la Comunidad de Madrid cuenta con una Red de Madres creada para proteger y favorecer la inserción laboral de las mismas, y gracias a la cual el año pasado se atendieron a 7.598 mujeres.

Cada año, el gobierno regional destina 400.000 euros a la Red de Madres de la Comunidad de Madrid; la cual está formada por 22 entidades que proporcionan atención médica y psicológica, asesoramiento laboral y jurídico, búsqueda de empleo, becas para continuar con sus estudios universitarios, manutención, entrega de ropa y alimentos, alojamiento temporal o pisos de acogida para madres con hijos a su cargo y mujeres embarazadas y sin recursos.

La Casa de Juan Ignacio es uno de los centros de la región donde se imparte formación a veinte madres de quince nacionalidades diferentes en riesgo de exclusión social, y cuyo fin es promover su inclusión en el mercado laboral; además de proporcionarles “todos los recursos a su alcance para mejorar sus condiciones de vida”, ha afirmado el consejero de Políticas Sociales y Familia, Carlos Izquierdo.

Por otro lado, la Comunidad de Madrid cuenta con la Residencia Norte y la Residencia Villa Paz, dos centros maternales donde se acogen a más de un centenar de mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad. Estos centros ofrecen alojamiento temporal y manutención durante los primeros años de vida del bebé.

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