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La desvergüenza y el territorio

Miguel Ángel Cerdán
Miguel Ángel Cerdán
Licenciado en Historia. Profesor de Secundaria en la enseñanza pública. Articulista en diversos medios digitales e impresos de la Comunidad Valenciana.
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análisis

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“El mapa y el territorio” es una novela de Michel Houellebecq donde, entre otras muchas cosas, el autor llega a lamentarse de que Francia se ha convertido en un parque temático para turistas y poco más. Pues bien, salvando las distancias, también, a estas alturas, podemos afirmar que España, o más bien su elite política y económica, sus élites extractivas, se ha convertido en un inmenso parque temático de corrupción y de podredumbre moral. Vayas donde vayas, la podredumbre moral de las élites, locales, regionales o nacionales, asola el territorio español. Y el último ejemplo ha sido la desvergüenza extrema con la que multitud de corporaciones locales no han dudado en subirse el sueldo un 20, un 30, un 50 % o incluso más. Y ahí, en estas subidas brutales y escandalosas de sueldos, sí que ha habido consenso de todos, absolutamente de todos, los partidos políticos. Desde la Derecha a la Izquierda, pasando por la extrema Derecha y el extremo Centro, todos se han puesto de acuerdo en subirse su sueldo y el de sus asesores y han hecho realidad aquella canción de Frank Zappa que decía “que estaban en ello por dinero”.

Para los políticos hispanos se ha acabado definitivamente la Crisis, sí es que alguna vez existió para ellos y fue vista como algo distinto a un nicho de oportunidades para obtener votos. Y sin embargo la Crisis existe y persiste, y tal vez sea más grave que nunca porque se muestra ya dentro de los parámetros de la desesperanza estructural. Así, las conclusiones del último informe Foessa, de Cáritas, son meridianamente claras: el aumento de la desigualdad que produjo la Crisis está enquistado y el 18 % de la población española, casi 7 puntos más que antes de la Crisis, está en situación de exclusión social. El informe Foessa señala que un total de 2,1 millones de conciudadanos viven en la total incertidumbre de si se quedarán o no sin vivienda, y que 8,5 millones de españoles, más del 18 %, están en situación de exclusión social.

De estas 8,5 millones de personas, más de 5 millones sufren “situaciones de exclusión severa” según el citado informe. La exclusión, la desigualdad, se ha enquistado, y el ascensor de la movilidad social ya no funciona señala el informe Foessa. En definitiva, lo que viene a decir el informe de la organización Cáritas, es que el contrato social se ha roto, que nuestro ya de por sí débil y pequeño Estado de Bienestar previo a la Crisis, ha sufrido como consecuencia de los brutales ajustes y hachazos para reducir la deuda, unos golpes casi mortales.

La mayor debilidad de nuestros mecanismos de protección, la precariedad del mercado de trabajo, acentuada por la reforma laboral de febrero del 2012, han roto en definitiva el contrato social entre el pueblo y las élites. Y además ha ido acompañado de un cambio de paradigma basado en el miedo y el shock del pueblo, del común de los españoles de a pie. Tal vez por ello, tras una época de disimulo, la desvergüenza extrema de la casta política, sí, casta, y de la que además forman en su mayor parte ya aquellos que la denunciaban, ha vuelto por sus fueros.

Y es que si tienen nombres y apellidos los concejales, alcaldes, asesores y demás que se han subido brutalmente el sueldo, también tienen nombre y apellidos los españoles que lo pasan mal, que están en paro, que no llegan a fin de mes, que están subempleados, que ven como sus hijos no pueden estudiar una carrera universitaria, que ven cómo la sanidad pública se deteriora, que ven cómo se amenaza el futuro de sus pensiones, que ven que sigue siendo lamentablemente verdad, con las élites extractivas que nos asolan, el paradigma del que hablaba Gil de Biedma y que decía que de todas las Historias tristes, la más triste es la de España porque siempre acaba mal.

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1 COMENTARIO

  1. Las MENTIRAS que han durado tantos siglos tienen una retórica, una lindez o un poder de convencimiento infalible o perfecto (exacto, con sus organizaciones ya estables y prestigiosas, convocando cursos y concursos literarios y honores de «sabiondez putrefacta») para que incluso tú las sigas creyendo o aún apoyando.
    http://delsentidocritico.blogspot.com/ Ya solo iluminará lo que nunca jamás ha oscurecido algo: la razón o decentemente la coherencia ética.

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