· Podemos e IU ya consultan con sus bases el acuerdo para el 26J.


 

El acuerdo escenificado este lunes 9 de mayo en la Puerta del Sol madrileña entre los líderes de Podemos, Pablo Iglesias, y de Izquierda Unida, Alberto Garzón, tiene el objetivo prioritario de disputar el primer puesto al Partido Popular en las elecciones generales del próximo 26 de junio. El ‘sorpasso’ de la coalición de izquierdas al PSOE como segunda fuerza política se da por hecho y ahora ven posibilidades reales de alcanzar la Moncloa con un acuerdo de fuerzas de izquierdas que tenga a la nueva coalición de Podemos con IU como principal motor.

El preacuerdo para concurrir juntos en las próximas elecciones generales del 26 de junio se cerró con un abrazo entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón en Sol, el símbolo del 15M.

Tras el consenso general alcanzado, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ultima en las próximas horas con su homólogo de IU, Adolfo Barrena, el documento definitivo para su publicación y votación posterior. Equo también se ha sumado al acuerdo. Este alianza, sin embargo, está condicionada al resultado de la consulta que ambas formaciones realizarán a sus bases entre hoy 10 y mañana 11 de mayo.

Diputados y logo

El acuerdo garantiza a la formación liderada por Garzón al menos nueve diputados, en el caso de que se repitan los resultado del pasado 20 de diciembre, y la presencia del logo e imagen de IU en las papeletas de la alianza electoral.

Según el preacuerdo alcanzado por ambas formaciones, la fórmula legal del pacto es una coalición electoral que quedará registrada con sus correspondientes siglas y un nombre genérico que aún no han desvelado.

Además garantiza «la visualización de las imágenes y logos de cada organización en los materiales de comunicación, campaña y papeletas de votación».

En cuanto a las candidaturas, el preacuerdo no ofrece detalles sobre el reparto de los puestos en las listas electorales, pero sí especifica que se confeccionarán de tal manera que quede garantizada la proporción de ‘1 a 6’ en un previsible resultado electoral de escaños.

Esto quiere decir que si se repitieran los resultados de las generales del 20-D, cuando Podemos e IU hubieran logrado 58 escaños en caso de ir en coalición (sin contar con las confluencias de Cataluña, Galicia y Comunidad Valenciana) IU obtendría entre 9 o 10 parlamentarios con este acuerdo.

En lo referente al Senado, el acuerdo establece que IU encabezará, al menos, cuatro circunscripciones. En cualquier caso, si las militancias dan el visto bueno al pacto, las formaciones apuntan que abordarán la confección de cada una de las candidaturas en cada circunscripción electoral.

Reparto de la financiación

El preacuerdo también estipula el reparto de la financiación de la coalición y establece que la subvención electoral que recupera la coalición, en lo referente a gastos electorales, y contra factura pagada, se corresponderá con lo efectivamente pagado por cada organización, que siempre tendrá el límite de lo presupuestado.

Por su parte, la subvención electoral que reciba la coalición por los resultados en votos estará en el marco de la proporcionalidad de ‘uno a cuatro’ acordada. Mientras, la subvención electoral que otorga el Estado por escaño conseguido estará en relación directa con los escaños que obtenga cada formación.

En lo referente a los ingresos que reciben por la Ley de Financiación de los Partidos Políticos, la parte correspondiente a ingresos por votos se corresponderá con la proporcionalidad acordada con un incremento del 5 por ciento para IU.

Podemos e IU han acordado la «obligatoriedad» de una campaña austera, que además será «diferenciada» aunque «pueda haber actos conjuntos». Por ello, cada organización aportará los recursos necesarios para su propia campaña y el presupuesto electoral de cada organización será conocido por el órgano de gobierno de la coalición.

Según el acuerdo, la participación en los órganos de gobierno de la coalición se establece en la proporcionalidad de ‘uno a cuatro’ y las decisiones en lo referente a representación ante las juntas electorales y la administración de los recursos electorales se adoptarán siempre «de manera mancomunada».

Liderazgos en paralelo

En este pacto, que está abierto a la suma de otras organizaciones, todas las formaciones «reconocen las identidades» del resto y su programa, «así como los diferentes liderazgos».

Además, como ya habían avanzado, contarán con «unas bases programáticas comunes» y después cada organización tendrá independencia para defender sus propios postulados. Según adelanta IU, este programa marco tiene «un fuerte contenido social, de recuperación de derechos, de derogación de leyes injustas, de lucha contra la corrupción, de defensa de los servicios públicos y de dignificación de las condiciones de vida de la ciudadanía». De la misma forma, «aspira a un nuevo marco constitucional que ponga al ciudadano en el centro de la política».

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