Las autoridades de Kiev están preparando más de 1.000 puntos de calefacción, repartidos por toda la ciudad, en previsión de un posible ataque ruso que desmantele el actual sistema de calefacción, dijo el miércoles el alcalde Vitali Klitschko.
En Kiev, las autoridades ahora están considerando varios escenarios a la luz de los ataques con misiles rusos. “El peor de los casos es no tener electricidad, agua o calefacción”, escribió Klitschko en Telegram. “En ese caso, tendremos más de 1.000 estaciones de calefacción en nuestra ciudad”.
Estos puntos de calefacción estarán alimentados por generadores y contarán con otros bienes de primera necesidad, como el agua.
Los ataques con misiles y drones ya han dañado el 40% de la infraestructura energética de Ucrania y han dejado partes de Kiev sin electricidad ni agua.
Los ataques fueron condenados por el Alto Representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, que ha calificado el bombardeo de infraestructura civil como una «violación más del derecho internacional humanitario».
“Es un intento brutal de Rusia de destruir instalaciones críticas antes del invierno”, escribió el vicepresidente de la Comisión Europea en Twitter.
Los ataques del lunes, en el día 250 de la guerra, se produjeron después de los ataques ucranianos durante el fin de semana contra objetivos navales rusos en la Crimea anexada, donde Rusia ha mantenido durante mucho tiempo su flota del Mar Negro, en Sebastopol. Varios barcos rusos resultaron dañados, pero Ucrania no se atribuyó la responsabilidad.
