Toda España sabe que con la vida de Marta del Castillo, acabaron unos desalmados. Que los padres de Marta reclaman Justicia, también lo sabemos todos, al igual que la desvergüenza de la madre del “Cuco” y de todos los implicados en estos hechos, han corrido ríos de tinta desde ese mismo día y durante todos estos años agónicos para sus familiares.
¿Cuando le van a entregar a esos padres, sin consuelo y desesperados, el cuerpo de su amada hija para que lo puedan enterrar? ¿Alguna vez se hará Justicia, con esa niña? Yo que soy madre, no sé qué actitud tomaría en un caso semejante. No puedo ni aproximarme al dolor y al desconsuelo de esos padres.
A Marta del Castillo, la han matado varias veces, y nadie se hace responsable: ni los que cometieron los hechos; ni los que hicieron una pésima investigación, llena de graves errores y que jamás han pedido perdón a esos padres y familiares; ni el Ministerio de Justicia, que ha permitido que a esa niña no se le haga Justicia.
Yo sólo veo abatimiento en los ojos de una madre, a la que entre todos van matando poco a poco, ni en la fuerza y las ganas de Justicia de su padre y abuelo, que les mantiene la impotencia y las ganas de que por fin se haga Justicia con su hija y nieta. ¿Donde está la empatía hacia ellos, dónde está la Justicia para esos padres y para su propia hija, dónde la piedad si apelamos a la religión? Y aún tienen que soportar la altanería y chulería de la madre del Cuco dirigiéndose a los Juzgados como si no tuviera nada de qué avergonzarse, nada por lo que pedir perdón, ni un solo atisbo de humanidad.
