Foto: David Herranz

Nunca alguien tan barroco resultó ser tan contemporáneo. O si no, que se lo digan a Julián Villagrán, el actor que da vida en la ficción a Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, pintor sevillano nacido en 1599, considerado uno de los maestros de la pintura universal. Cuatro siglos después, el que pintara el Aguador de Sevilla, se reencuentra con una de sus grandes obras, ‘Las Meninas’, a golpe de trap por los pasillos del Museo del Prado. Un hecho insólito que solo podría suceder por obra del Ministerio del Tiempo, una serie referente en las nuevas narrativas transmedia, que ya se estudia en las facultades de comunicación. Así, el Don Diego del siglo XXI continúa regalando momentos surrealistas y anacrónicos en esta cuarta temporada, gracias a la verdad y el disfrute en escena de Julián Villagrán. Hablamos con él tras la emisión la semana pasada de una de las secuencias que, sin duda, quedarán para los anales de la historia de la televisión en España.

¿Qué tal estás llevando el confinamiento?

Ha habido un poco de todo, la verdad. A pesar de los días raros y de la gravedad de lo que estamos viviendo, hay algo del confinamiento que me gusta. Muchos amigos me dicen que están mejor trabajando en casa, que rinden mejor y que les va a costar volver a la “normalidad”. A mí me pasa lo mismo. Pasar tiempo en casa y parar es bueno para ordenar las ideas y replantearse la vida desde otro lugar. Me ayuda en la creatividad. Ahora leo más, estoy escribiendo nuevas canciones para mi proyecto musical Asunción, y estoy mucho más atento a la actualidad política y social. Esta situación nos debería hacer tomar conciencia de la necesidad de cambiar nuestros hábitos de alimentación, nuestra relación con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, así como la importancia de la solidaridad con las personas más vulnerables. Me parece que el Ingreso Mínimo Vital es una buena iniciativa en la política actual y me ilusiona que casi la totalidad de los grupos políticos estén de acuerdo en esto.

¿Cómo ha afectado el COVID-19 al sector cinematográfico?

Como en tanto sectores, la crisis ha sido devastadora. Todos los proyectos que estaban en preproducción o se estaban realizando se han parado súbitamente. Aunque parece que a corto plazo iremos volviendo de manera gradual a retomar algunos rodajes. En mi caso, los proyectos que tenía están parados. Hemos tenido algunas reuniones telemáticas con profesionales del sector para ver la manera de establecer unos protocolos de rodaje con controles exhaustivos para evitar los contagios. De hecho, se habló de la posibilidad de realizar test diarios, sobre todo a los actores y actrices, que son los más vulnerables al no poder llevar mascarilla ni protección ni mantener la distancia de seguridad durante la jornada de trabajo. Esto va a ralentizar los procesos de rodaje y los va a encarecer, por lo que es posible que repercuta en los sueldos. Se comentó también que probablemente esto influirá en las historias, ya que algunos guiones se tendrán que adaptar a estas medidas.

¿Crees que esta situación ha beneficiado a las plataformas de contenido audiovisual?

Las plataformas han jugado un papel fundamental en este confinamiento porque el consumo de contenido ha sido masivo. Las recomendaciones de series, películas y documentales entre familiares y amigos han sido constantes. También hemos asistido a un nuevo modelo de festivales, que se han visto obligados a ofrecer sus catálogos en plataformas como Filmin, como el D’A Film Festival o el Docs Barcelona. Es probable que esto haga reactivar las producciones de Netflix, HBO, Amazon Prime, Movistar, etc con más urgencia, ya que necesitarán crear nuevos contenidos cuanto antes. Espero que esto sirva para dejar constancia de la importancia que tienen la música, los libros, las series, las películas y los documentales. En definitiva, la cultura. Estoy seguro de que la cultura en general ha sido un gran apoyo para que la sociedad, sin distinción de colores, pueda sobrellevar esta crisis mejor.

Dejando la realidad a un lado, ¿qué tal la vuelta al Ministerio del Tiempo?

Me siento muy afortunado de formar parte de este proyecto. Pensábamos que no volveríamos, al igual que los ministéricos, y eso ha hecho que la vuelta haya sido muy emocionante. Los nuevos capítulos son estupendos, hemos reducido la duración de los episodios de 70 a 50 minutos, lo que hace que la serie tenga más ritmo. La respuesta ha sido muy gratificante, me escribe gente de medio mundo a mi Instagram enviando muestras de cariño.

¿Qué te aporta interpretar a un personaje tan singular como el pintor, Diego Velázquez? Eres uno de los más queridos de la serie

¡Me encanta! Interpretar a Velázquez me saca bastante del tipo de personajes que suelen proponerme. Agradezco enormemente que Javier Olivares me ofreciera este personaje. La construcción del Don Diego que su hermano Pablo y él hicieron para El Ministerio es muy divertida de llevar a cabo, esa mezcla de ego exacerbado que llega casi al ridículo y la ternura que le hemos añadido, hacen que haya conectado muy bien con el público. Es muy reconfortante recibir tanto apoyo en redes sociales, no solo de España sino de toda Latinoamérica.

¿El ego de Velázquez es inventado o fundado en documentos históricos?

Hay parte de cosecha de los creadores de la serie, pero pienso que Velázquez debió ser alguien muy ambicioso para llegar a ser pintor de cámara de la Corte, haber retratado al Papa y finalmente conseguir la Cruz de Santiago que tanto persiguió durante toda su vida. En el caso de nuestro Velázquez, a todo eso súmale que viaja al presente y se sabe expuesto en los museos más importantes del mundo, que influyó a los impresionistas, a Picasso, a Dalí y a tantos otros. Y como colofón le componen “Velaske ¿yo soi guapa?”, un trap que tiene más de diez millones de reproducciones en Youtube. Yo le llamo hipertrofia del ego.

¿Cómo fue el proceso de preparación y rodaje de la escena ‘Velaske yo soi guapa?’ en el Museo del Prado?

Al principio tuve algo de nervios por el éxito viral de la canción de Christian Flores y porque intuía que podía ser un momento icónico de la serie. Luego me relajó pensar que poco tenía que hacer, ya que la idea de Javier Olivares de que Don Diego flipe escuchando el ‘Velaske ¿yo soi guapa?’ por los pasillos del Prado y frente a las Meninas es brillante. Tener la sala de Velázquez para nosotros fue un verdadero lujo, aunque estuve casi todo el tiempo haciéndome fotos con la gente del equipo y el personal del museo con la peluca puesta.

¿Qué tal llevas ser objeto de tantos memes? Nunca alguien tan barroco resultó ser tan contemporáneo…

Me encantan los memes, me divierte mucho toda la creatividad y el fan art de los ministéricos y a la vista está que, a nuestro Don Diego, también le apasionan. Quiero pensar que al de verdad también le gustaría. Gracias a la serie podemos ver cada semana como Lorca, Clara Campoamor, Picasso o Velázquez son trending topic entre gente de todas las edades. Me gustaría destacar el enorme trabajo transmedia que hace Pablo Lara, gracias a él y a los ministéricos seguimos vivos, entre otras cosas, no quisiera quitarle mérito a Javier Olivares, al director Marc Vigil, a mis compañeros de reparto y a todo el equipo que pone tanto empeño en que El Ministerio del Tiempo sea lo que es.

El Ministerio del Tiempo realiza, en cierto modo, un ejercicio de Memoria Histórica, sobre todo esta última temporada. ¿Qué enseñanzas puede dar en el contexto actual?

Es fundamental recordar nuestra historia y tenerla presente para no repetir episodios violentos. La situación ahora es algo descorazonadora, la sociedad está muy polarizada y aunque la crispación que se ve en las calles lleve a cierto sector de la población a desenmascararse con menos complejos, para mí es necesario refrescar los cuarenta años de negrura que ha vivido este país e identificar de dónde viene esa brecha tan latente a día de hoy. He de decir que soy defensor del ser humano, confío en él, quizá sea un estúpido, pero confío en que algún día llegaremos a cierto entendimiento y para ello no creo que sea bueno guardar la suciedad debajo de la alfombra. En este sentido, creo que El Ministerio del Tiempo y Javier Olivares, hacen una buena labor en el trato que le da a nuestra historia.

¿Cuáles son las claves que hacen que la serie tenga tantos seguidores?

Para mí, el éxito de El Ministerio del Tiempo viene de mezclar historia de España con aventura, ciencia ficción y un humor inteligente. Por lo general, el público es inteligente, tiene muchas horas de vuelo en contenido de ficción, por eso lo agradece.

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