El juzgado número 13 de Barcelona ha notificado a través de una providencia a las defensas de los acusados, que el director de Catalunya Ràdio, Saül Gordillo, el director de TV3, Vicent Sanchis, y la directora de la Agencia Catalana de Protección de Datos , Ángeles Barberà, son investigados por los preparativos del referéndum. Son citados a declarar con sus abogados el 23 de enero, en relación a la publicidad emitida sobre el referéndum unilateral del 1-O y ha esta última por la presunta vulneración de la privacidad por los datos del censo utilizado para la consulta soberanista.
Antes lo hará como testigo un alto cargo del Institut d’Estadística de Catalunya (Indescat). Uno de los objetivos del juez es averiguar si se utilizaron datos públicos para elaborar el censo que se hizo servir para el referéndum unilateral.
Fuentes conocedoras del caso explican que los dos periodistas están siendo investigados por haber reproducido en los dos medios públicos, el anuncio del referéndum. Algunos directores de medios privados, en su momento, ya fueron interrogados por este mismo hecho, como es el caso de Xevi Xirgo, director de El Punt Avui.
Este es el primer anuncio en la investigación desde que fue asumida por Alejandra Gil. La magistrada se hizo cargo de la instrucción después de la muerte del juez José Antonio Ramírez Sunyer, quien inició la investigación de los preparativos del referéndum a raíz de las polémicas declaraciones de Santiago Vidal.
Antes de morir, Ramírez Sunyer confirmó que había dejado de investigar los delitos de rebelión y sedición la cuarentena de acusados de estar relacionados con el 1-O y con el proceso de independencia, muchos de los cuales eran altos cargos de la Generalitat. La decisión del juzgado llegó tras más de un año manteniendo la amenaza de acusarles de estos dos delitos.
También fue quien ordenó la detención de catorce altos cargos del gobierno catalán el 20-S; el interrogatorio a Joan Ignasi Elena, del Pacto Nacional por el Referéndum; la entrada en el Teatro Nacional de Cataluña y que, sin éxito, probó de encausar el director general de los Mossos por no haber evitado la pitada al himno español.
