En agosto del año 2015 se paralizó España: dos mujeres jóvenes fueron asesinadas de una manera brutal en Cuenca. Tras varios días desaparecidas, se confirmaron las peores sospechas. Tras encontrarse sus cuerpos sin vida una semana después de conocer su desaparición, todo el país estuvo pendiente de la detención  del asesino, Sergio Morate. Dos días después de hallarse los cadáveres de Laura y Marina, su asesino fue encontrado en Rumanía. Allí estuvo en prisión preventiva durante 15 días hasta que fue trasladado ante las autoridades españolas.

En el año 2017 Morate fue juzgado y condenado a 48 años de prisión por la Audiencia Provincial de Cuenca. 

Fue un caso tremendamente duro por la crueldad y la frialdad del asesino. Y durante muchos meses los medios de comunicación ponían sus focos sobre este terrible asunto.

Entre ellos, destacaba una «entrevista» publicada en el suplemento «Crónica» del diario El Mundo meses después de los asesinatos. Concretamente, el domingo 21 de febrero de 2016. Su autor, Javier Negre.

La «entrevista» se titulaba así: «Habla la primera mujer a la que torturó el asesino de Cuenca». Acompañaba al texto una foto de una mujer, casi irreconocible. Bajo la imagen, se afirma de manera rotunda: «Localizamos a la joven con la que Morate «ensayó» el crimen que 7 años más tarde ejecuta con su nueva pareja y una amiga. Fue su pecado original».

La supuesta entrevista arranca describiendo con todo tipo de detalles lo que según el periodista sería el domicilio de la «entrevistada»: «Huele a puchero en la tercera planta de un céntrico edificio de Cuenca. (…) Un hombre con gabardina aparece con dos bolsas de Mercadona. (…) Tocamos el timbre de una de las puertas. Nos abre un señor con pelo y barba canosa. Le preguntamos por su hija. «Aquí no vive ninguna Marta», nos aseguran.»

A continuación, según Negre, aparece una «joven en pijama y con voz angelical». Dice Negre que tiene el rostro cansado, que lleva todo el día «hincando codos» porque está estudiando una oposición de maestra. Y entonces describe cómo el padre aparece en escena para espetar al periodista: «Apenas le conoce, dejad de remover la mierda».

A continuación, el periodista sentencia de manera rotunda: «Es la mentira de un abogado jubilado que quiere proteger a su niña». Así afirma y sigue el relato. Describe la supuesta sorpresa de la muchacha, que no entiende de qué manera el periodista ha podido presentarse en su casa. El periodista hace referencia a una sentencia donde ya se condenaba a Morate.  Negre va relatando que Morate estuvo preso 18 meses precisamente por agredir a esta joven, según él.

Y según Negre, la joven accede a hablar con la condición «de que guardemos el secreto de su identidad y que usemos un nombre ficticio como hizo la policía cuando denunció a Morate». A partir de ahí, la supuesta historia sentimental entre la joven y el asesino. Donde ella era una joven «de las más atractivas de la ciudad de las Casas Colgantes» y él «uno de los malotes que más atraían a las muchachas de su generación». Morate, según la versión de Negre, «trabajaba en la tienda de muebles y manejaba dinero. Conducía flamantes deportivos y era de los de pagar las rondas a las jóvenes más guapas del bar». Según Negre, estos son «elementos claves para enamorar a una chica amante de los personajes más altivos de Física o Química».

Sorprendente relato plagado de valoraciones absolutamente personales del periodista que no hacen referencia a ninguna fuente ni aportan ninguna prueba. Un relato que continúa detalladamente describiendo unos supuestos hechos de amenazas, vejaciones, y maltrato en 2008. Según el periodista, la entrevistada conocía del perfil del asesino, ella misma decidió poner fin a la relación previendo lo que podría ocurrirle. Además, Negre afirma que esta jóven conocía a una de las víctimas, y que nunca le advirtió de lo que le podría pasar.

Más adelante relata cómo la muchacha tuvo que marcharse a vivir a otro lugar (detalla el sitio), con su actual pareja (y describe dando pistas sobre quién el padre del novio de la supuesta entrevistada). De hecho llega a hacer la siguiente afirmación sobre la chica: «En la zona de Levante permaneció un mes y siguió el caso en las tumbonas de un conocido chiringuito gandiense». 

El relato es tan detallado que nadie podría pensar lo que acaba de conocerse.

La entrevista jamás fue concedida

El pasado domingo se publicaba en el diario El Mundo parte del contenido de la Sentencia 125/2019 de 18 de julio de 2019. No se facilita juzgado ni se dan más señas.

Literalmente pueden leerse los siguientes puntos, para sorpresa de quienes leyeron en su día la supuesta entrevista. El encabezado de la publicación que puede verse aquí  detalla que se trata de una «rectificación del reportaje publicado en el Suplemento «Crónica» del domingo 21 de febrero de 2016 (analizado anteriormente), bajo el título «Habla la primera mujer a la que torturó el asesino de Cuenca»

La sentencia obliga al diario a publicar lo siguiente:

1.- Jamás fue concedida una entrevista por la que fuera la anterior relación sentimental de D. Sergio Morate García, conocido como «El asesino de Cuenca», ni esta fue nunca víctima de tortura y tampoco conoció, ni pudo prevenir, a las chicas asesinadas. 

2.- Asimismo nunca consintió que este diario publicara una fotografía obtenida de su perfil de Facebook. Dicha fotografía fue obtenida y difundida sin su autorización. 

3.- Los hechos periféricos relatados en el reportaje respecto a la vida, profesión, familia y actual relación sentimental de la víctima, se ha procurado mantenerlos en el más absoluto anonimato.

Con esta publicación se confirma que la supuesta entrevista firmada por Javier Negre nunca se produjo. Cabría preguntarse si los hechos que adornan el relato tienen origen en algún tipo de fuente.

Se desconocen más detalles sobre la sentencia y el periodista no ha hecho manifestaciones públicas al respecto hasta este momento a pesar de ser tendencia en redes sociales desde primera hora de la mañana.

 

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