Desde el Consejo General de Colegios en Ingeniería Informática de España (CCII) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingeniería Técnica en Informática de España (CONCITI) se rechaza el fallo informático como excusa para todo. Recuerdan de forma categórica que “las Votaciones de la Reforma Laboral no son un “error informático”. Y lo han dicho bastante enfadados y enfadadas.
Peritaje gratuito al Congreso para demostrar que es correcto
Desde CCII y CONCITI han ofrecido realizar un peritaje gratuito a la presidenta del Congreso para demostrar la fiabilidad de las votaciones.
Ayer se celebró la votación en el Congreso de los Diputados de la nueva Ley de Reforma Laboral, que fue aprobada por 175 votos a favor y 174 en contra. Con ello ser convalidó del decreto de reforma laboral.
Pero, anteriormente, el diputado del PP, Alberto Casero que se encontraba supuestamente confinado por una enfermedad grave, había votado telemática y según el PP y él mismo, “aparentemente se había equivocado al votar”, achacando este fallo a un “error informático”.
No fue un error informático
Desde el Consejo General de Colegios en Ingeniería Informática de España (CCII) Y el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingeniería Técnica en Informática de España (CONCITI) rechazan “totalmente la postura que se viene dando, no solo en esta situación, sino en muchas otras, de poner al ‘error informático’ como excusa para todo”.
La informática funciona, es transparente y una ventana a la democracia de nuestro país, recuerdan desde la CCII y la CONCITI.
Fernando Suárez, presidente del CCII, recuerda que “la informática es sin duda la herramienta más democratizadora creada por la humanidad”. Entre todos “debemos defender esta función que mejora la igualdad entre todos, el acceso a la información y una sociedad más justa”.
Para Suarez, “este ejemplo pone de manifiesto la necesidad de aplicar los conceptos éticos no solo en el desarrollo, sino en el uso de la informática”.
Por su parte, Eduardo Peris, Presidente de CONCITI, ha destacado que, “Situaciones como la actual, ponen de manifiesto la necesidad de una regulación del sector de la informática que traslade una confianza real a la sociedad, y a los poderes públicos, de los profesionales de la informática y de los sistemas informáticos en general”.
Por último, tanto desde el CCII y CONCITI se han ofrecido a la presidenta del Congreso Meritxell Batet a “realizar un peritaje gratuito de las votaciones para demostrar que es un sistema transparente y fiable y que no se ha tratado de un error informático”.
Doble verificación
Según una resolución de la Mesa del Congreso de los Diputados, de 21 de mayo de 2012, para el desarrollo del procedimiento de votación telemática, antes de la votación presencial en el Congreso, la presidencia, Meritxell Batet, antes debía verificar todos los votos emitidos a distancia mediante una llamada telefónica. Pero la implementación del sistema de doble verificación del sistema informático ha dejado en desuso esta previsión y los votos a distancia ya no se verifican por teléfono.
El diputado se había equivocado tres veces antes
Según las actas de la tarde de ayer, de las 28 votaciones en el Congreso, Casero se equivocó en tres. La más funesta para su partido fue la convalidación de la reforma laboral, a la que propició su aprobación.
Cuando había que decidir si el decreto se tramitaba como proyecto de ley, votó no, en contra de las indicaciones de su partido. Ahí no acabó la cosa: en una moción presentada por el PP con cinco puntos, también votó negativamente al primero de ellos.
Solo si es un error informático podrían hipotéticamente tener caso
Que Alberto Casero y su partido defiendan el error informático y rechacen el fallo humano no tiene que ver sólo con la imagen del PP, sino, sobre todo con las implicaciones jurídicas.
El Tribunal Constitucional ya ha tratado casos parecidos con anterioridad en parlamentos regionales, y sólo ha permitido que se anule la aprobación de la norma cuando se ha demostrado que, efectivamente, intervino en la votación un fallo informático que impidió al parlamentario ejercer su voto correctamente.
Si fuera un fallo humano, tanto si se comete de forma presencial en el Congreso, como telemáticamente, la elección es irrevocable.
