Es uno de los deportes favoritos de las redes sociales en este momento:
darle leña al mono, que es de goma. Mostrar el hastío que gran parte de la afición siente hacia Lewis Hamilton.
Ola Kallenius abrió la veda al hacérselas pasar canutas para renovar el contrato con la Mercedes, y ahora casi todo el mundo se siente con derecho a tirarle tomatazos.
Que Hamilton es un buen piloto, incluso un muy buen piloto, creo que en el fondo nadie puede dudarlo, pero lo cierto es que la mayoría de los aficionados están más que hartos de verlo. Hamilton y siempre Hamilton; arriba está Hamilton tapando el panorama, y no deja ver a otros pilotos favoritos.
La maravilla del coche creado por Mercedes ha impedido qué otros pilotos, que opinamos son tan buenos o mejores que Hamilton: Leclerc, Verstappen o Daniel Ricciardo, también Fernando Alonso por supuesto, no hayan podido acceder a un título mundial, y lo que es más grave, ni siquiera a la lucha por un título mundial.
Así que opinamos que el hartazgo que sufren los aficionados no es directamente contra Hamilton, sino contra la situación.
Leo aquí y allá que le llaman lady Hamilton, llorón, acomplejado…
porque a la menor oportunidad, sucedió en el reciente Gran Premio de Bahrein, dice que no solo es el coche, que quien es grande es él.
Pero incluso los más devotos seguidores de Lewis Hamilton deben ser conscientes de que si le sucediese lo que a Vettel, y recalase en Ferrari o en Aston Martin, y sobre todo si hubiese otro piloto tipo Russell que lo ganase en su misma escudería, Hamilton se hundiría del mismo modo que se ha hundido Sebastian Vettel.
No lo odiamos verdaderamente, en absoluto lo odiamos, solo que estamos hartos de verlo, opacando otros muchos talentos que merecerían la luz de los focos tanto como él.
Si consigue el octavo título mundial casi seguro que se retirará; o voluntariamente o empujado por el patrón de Mercedes: Ola Kallenius.
Y si no consigue el octavo probablemente también sucederá lo mismo.
Y la Fórmula 1 tendrá nuevos rostros, lo que permitirá a Hamilton crecer como leyenda, porque en cuanto pasen unos años ya no estaremos cansados de verlo.
De Schumacher también estaba gran parte de la afición, en su momento, hasta los esparteros.
Tigre Tigre.
