Abro el teléfono y me encuentro con un guasap de Ángel Arteaga.
PÉSAME POR TU AMIGO..
Siempre fue muy buen amigo. Siempre me abrió puertas. Me metió en el mítico DISIDENCIAS de Diario16 y me presentó a Pedro Jota.
Y muchos años después me abrió las puertas de NEGRO SOBRE BLANCO en Telemadrid donde me invitaba prácticamente cada semana, durante años. Conocí allí, en el plató, a un montón de gente maravillosa e interesantísima, porque Dragó se caracterizaba por un gusto excelente a la hora de elegir a las personas que le rodeaban.
Era incansable, era inmortal. Sus pócimas, su filosofía hippie, su amor por la alegría del sexo y su capacidad de seducción.
Un infarto. A los ochenta y seis. No es mala manera de irse a dormir. El tiempo que se nos concede en el escenario no puede dar para mucho más. Pero quedará el eco.
Queda el eco.
Dragó el comunista de familia acomodada.
Dragó el viajero.
Dragó el maestro.
Dragó el gran escritor.
Dragó el comunicador incomparable.
Dragó el inmortal.
Vida eterna para los que nunca se rinden ni dejan de luchar.
(En mí siempre estarás)
