Tienen hambre, mucha hambre. Los dos chacales plateados y verdes sufren un hambre infinita. El primero de ellos, LH, porque estaba acostumbrado a comer, a cazar, como y cuando le daba la gana, cuánto le apetecía; un lustro largo siempre con la panza contenta. El segundo chacal, GR, porque jamás se ha cobrado una pieza de caza mayor, y ese es su gran sueño, su mayor ambición, el faro que ha guiado siempre su vida.
Se sienten rápidos, y se sienten fuertes. Poderosos capaces de pelear, contra cualquier animal para llenarse las fauces de sangre, de éxito.
Estaban siendo más veloces que ningún otro animal con ruedas en la clasificación. Pero una vez más el joven Tigre -y en el último momento con un salto prodigioso- se había colocado delante de ellos.
Ninguno de los dos chacales pierde la esperanza ni se rinde en ningún momento. ¡Pelean entre ellos!… y el Chacal más viejo se pone delante del Chacal más joven.
Hamilton sabe que es capaz de ganar a Versttapen, lo ha hecho muchas veces.
Russell siente que es capaz de ganarlos a ambos, pero para lograrlo tiene que conseguir que sus domadores, sus jefes -¿sus dueños?- le dejen calzar zapatos blandos -neumáticos blandos- en la última parte de la carrera. Se le dice por la radio con toda claridad a los miembros de su equipo, a sus ingenieros… pero no consigue convencerlos.
Y así, finalmente, Max Verstappen, el tigre incontestable, acaba una vez más primero, batiendo otro nuevo récord en la historia de La Selva Del Automovilismo: El piloto que más carreras ha ganado en una temporada.
Pero los chacales están ahí. Russell mira a Daniel Ricciardo y se lamenta de que no le hayan escuchado; la carrera del australiano demuestra que su opción habría sido la buena.
Hamilton aún tiene las fauces llenas de saliva y deseo de sangre. Si no ha sido en esta carrera lo será en la siguiente.
Las espadas están en alto. La lucha será sin cuartel. El gran premio de USA 2022 ha sido aburridísimo, pero ya vendrán otros y el mundo verá como los chacales brillan y escalan hasta el cajón más alto, y aúllan y se ríen y beben champán, brindando por ellos mismos.
Tigre Tigre
