El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha vuelto a ejercer de Pepito Grillo de Pedro Sánchez. Tras unas semanas en las que el barón socialista ha estado en segunda línea dialéctica en medio de la polémica por la reforma del delito de malversación, hoy ha roto su silencio para volver a la carga contra ese sanchismo que no le gusta. “Eso no es ser de izquierdas”, ha asegurado a la hora de criticar las supuestas negociaciones que el PSOE mantiene con Esquerra Republicana para reformar el delito de malversación y beneficiar a los condenados por el procés.
Sánchez ha decidido desinflamar al máximo el problema catalán y para ello está llegando a una serie de acuerdos con sus socios independentistas de cara a una posible negociación entre ambas partes. Reformar los delitos de sedición y malversación en el Código Penal es un primer paso en la estrategia que tiene como fin último desjudicializar el conflicto catalán y llevarlo al terreno estrictamente político, donde la estación final podría ser una consulta popular de autodeterminación solicitado por el partido de Junqueras y Rufián. Las derechas han iniciado una cruenta ofensiva contra el plan de Sánchez, que por lo visto tampoco gusta a García-Page, un barón que a menudo se caracteriza por unas ideas conservadoras más próximas al Partido Popular que al propio PSOE.
El presidente castellanomanchego considera que hoy es un día “muy duro” por el acuerdo entre el Gobierno y ERC para rebajar las penas por el delito de malversación, subrayando que “no es tolerable pactar con delincuentes su propia condena”. También destacó que los condenados no están arrepentidos, sino marcando su hoja de ruta hacia la independencia.
Iniciativa ante el Constitucional
“Sí, es un momento duro que me duele como español y como militante, aunque no sea una decisión orgánica. Le hablo como presidente de comunidad autónoma, en el rango de absoluto afectado”, informa Europa Press. Las declaraciones de García-Page se han producido en una comparecencia en la que se ha comprometido expresamente a presentar en próximas semanas una iniciativa legislativa “vacunada contra cambios de opinión” que “impida consultas que no afecten al conjunto de los españoles”.
“Y estoy dispuesto a presentar una iniciativa para sentirme obligado como presidente autonómico a denunciar ante el Tribunal Constitucional cualquier intento de consulta oficial que signifique que unos pocos pueden hablar en nombre de todos”, indicó.
Además, cargó contra ERC por llevar “Esquerra” en sus siglas cuando lo que están defendiendo con esta maniobra son “puros privilegios”. Y “están imponiendo sus condiciones al Estado”.
Por otra parte, recordó que no solo los “delincuentes” no se han arrepentido, sino que “ya están marcando su hoja de ruta” a seguir con el planteamiento de futuros posibles referéndum.
García-Page quiso puntualizar que, a los presos del procés no se les indultó por este delito que ahora se reforma, un delito que para él es “pura corrupción”.
A preguntas de los medios, declaró que coincidía con declaraciones de dirigentes como Alfonso Guerra, asegurando que se trata de un “momento difícil” y avisando de que “no se olvida”.
“Me importa que nos tomen por tontos, a mí también. Este es un momento grave para la política española. De esos momentos que se quedan grabados en la retina colectiva. Esto sí que es hacer historia”, dijo antes de señalar que es “muy contrario” a la decisión del Gobierno.
La falta de lealtad del Sr. Page a su compañero de partido, constata su falta de ética y honorabilidad. Da vergüenza sus palabras… Quizás debería plantearse irse a Vox o al PP.