El plan puesto en marcha en la UE para frenar el fraude del IVA en los países miembros ha fracasado. Ahora, un grupo de investigadores alemanas propone un sistema para dificultar la defraudación, pero que podría suponer un coste de entre 30 y 60.000 millones de euros al año.
Ya tiene que ser alta la cifra del fraude del IVA en la UE para que la opción de control suponga unos gastos de esta magnitud.
En este sentido, según explican los investigadores, “cuando las empresas declaran ventas como exportaciones, están exentas de IVA. Sin embargo, si, en realidad, estas transacciones no fueron transfronterizas sino nacionales, no se registran en las estadísticas de importación del supuesto socio comercial y quedan libres de impuestos”, manifiestan el presidente de IfW, Gabriel Felbermayr, y el investigador de ifo, Martin Braml, que escribió el estudio.
Los investigadores recomiendan un sistema digital de compensación automática de datos sobre importaciones y exportaciones dentro de la UE como una forma de reducir el número de discrepancias en el balance y hacer que el fraude sea más difícil en el futuro. Sus hallazgos se han publicado ahora como un documento de trabajo.
Los investigadores analizaron datos sobre el comercio entre los 28 estados miembros de la UE desde 1999. Solo en 2018, el superávit comercial dentro de la UE alcanzó un notable 307.000 millones de euros. Esto es equivalente a poco menos del 2% del producto interno bruto (PIB) de la UE y es más que el PIB de los ocho miembros más pequeños de la UE combinados.
