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Fernando Simón: «no hay evidencias de que el virus sea más débil, lo que hay es mayor detección de casos leves»

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análisis

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Datos de la evolución de la epidemia por COVID-19

En los últimos siete días se han notivida 247 casos. Diagnosticados en las ultimas 24 han sido 48, algunos de ellos asintomáticos. Son datos similares a los días anteriores.

Ayer domingo, el número es más bajo de lo normal, pero la tónica se mantiene.

La evolución de la epidemia de enfermos sigue una evolución favorable en el último mes.

En los últimos siete días se han notificado 56 días con fecha de defunción comprendida en esta semana. Las cifras sobre fallecidos están congeladas, pendientes de confirmar después de ser revisados por las Comunidades Autonómas, puesto que hasta el día 11 los datos no son «tan completos» como al Gobierno le gustarían. Así ha explicado Simón los datos por defunciones.

No hay evidencias de que el virus sea menos virulento

Simón ha señalado que «no hay evidencias de que el virus sea menos virulento», aunque la situación ha cambiado: hay una mayor capacidad para detectar casos, y se pueden detectar más casos leves. La sensación es la de que el virus sea más leve, pero en realidad no es así. Según Simón, la razón podría encontrarse en la mayor capacidad de analizar los casos y que haya más casos leves detectados.

Los casos notificados desde el 11 de mayo bajan la edad media en 10 años, alrededor de los 54 casos.

La edad máxima está alrededor de los 100 años durante el momento del pico de la pandemia. Por eso la edad media de fallecidos era más elevada, algo que ahora ha cambiado.

Se dan muertes en jóvenes pero en casos muy aislados.

En el mes de marzo la mitad de las camas hospitalarias estuvo ocupada por COVID-19. Ahora mismo el porcentaje de camas hospitalarias es mucho más bajo, alrededor del 3 o el 4%. Una pequeña proporción de las camas disponibles.

En cuanto a las camas en las UCIS, «se hizo un gran esfuerzo en incrementar las camas disponibles», y los datos de marzo así lo constatan, estando casi todas ocupadas por enfermos críticos por COVID-19. El viernes había 527 pacientes con COVID-19 en UCIS. Esto, según Simón, «nos pone ante una situación muy buena» ante las respuestas necesarias. Responde a que «probablemente se estén identificando casos leves», lo que hace que no requieran hospitalización.

Estos datos, según ha explicado Simón, demuestran que la evolución de la epidemia es «realmente muy favorable», «gracias al esfuerzo realizado por todos». Pero se mantiene la prudencia porque sigue habiendo transmisión. «Somos todos conscientes de los brotes localizados, que ahora podemos identificar de manera rápida». Sin embargo, se llama a la precaución ante el riesgo de algún brote que pudiera pasar desapercibido, y se ha señalado a personas que llegan a nuestro país, que pueden añadirse como riesgo a nuestros propios casos (Estados Unidos, Inglaterra, Rusia, Brasil han sido países enumerados como lugares donde hay focos de riesgo).

Los brotes registrados han sido en Hospitales, ¿son el principal foco?

«Lo cierto es que la mayor parte de estos casos se están detectando porque se están haciendo cribados. Hay otros brotes que se dan en el ámbito comunitario y son más difíciles de detectar, a pesar de que contamos con maneras rápidas de detectar. Seguimos teniendo más de tres mil casos en los hospitales. En los hospitales sigue habiendo un cierto riesgo, aunque también es cierto que se han reforzado las medidas de seguridad. Aunque los casos sean un número importante, en la mayor parte se deben a casos asintomáticos, que probablemente no son transmisores. Es muy probable que no sean personas de riesgo.

Hay que preocuparse más por los brotes comunitarios, que podrían pasar desapercibidos. Hay que tener mucho cuidado en identificarlos y las Comunidades Autonómas están haciendo una buena labor en este sentido.

En cualquier momento puede que un brote no se detecte a tiempo y ocasionar una infección sin detectar el origen», ha señalado Simón.

Sensación confusa ante los datos del ministerio y de las Comunidades

«Se puede pensar así, y se pueden pensar otras cosas. Es cierto que los datos que doy se utilizan por todos los países para valorar la situación en España. Es mejor utilizar lo que se publica en la web, que es más exhaustivo que lo que explico. No hago publicidad, trato de dar las cifras de la forma más objetiva posible. Pero en algunos casos se podría utilizar así. En este barco estamos todos los países igual. Es cierto que, si pudiéramos cerrar de una vez la cifra de datos de fallecidos con mucha calidad. Es verdad que se pueden generar confusiones, pero se resarcirá con la calidad de información que daremos pronto. La información de fallecidos no es la que indica la situación de la pandemia, porque fallecen mucho tiempo después de haberse contagiado. Es una cifra importante y hay que tratar de darla de la forma más segura posible. Se pueden generar dudas, pero el número de fallecidos de los últimos 7 y 14 días señalan que vamos por buen camino. España es un país turístico pero nuestra información no hace propaganda», ha querido subrayar Simón.

La OMS incluye a los fallecidos «sospechosos» en las cifras a reportar

Como todos los documentos de la OMS, son recomendaciones. No impone los sistemas de vigilancia porque no es su misión, ha señalado Simón. Pero es importante que todos tengan la mayor coordinación posible. En este sentido, se ha establecido que cuando se identifica una enfermedad que pueda explicar el fallecimiento, al margen del COVID-19, se debe descartar ese dato como fallecido. También si es una persona sospechosa, aunque no esté confirmada por COVID-19, hay que incluirla. Esto implica, según Simón, que haya que corregir datos.

Es importante detectar de manera precoz, que no está asociada a los fallecidos. Con la información de la OMS que valora nueva interpretación, Simón señala que se tendrá que ver cómo se ajustan los datos a estos requisitos. Hasta ahora se debían confirmar los datos de casos confirmados por COVID-19, incluso a veces con las dudas que se tenían de las pruebas realizadas; en un momento u otro se tendrán que unificar los criterios, según Simón. Pero ahora, lo importante, es mantener una estabilidad en la información. «En todo caso, la OMS plantea no inlcuir los infectados que han fallecido con una enfermedad que explica su muerte aunque estuvieran infectados; e incluir los sospechosos aunque no hayan sido confirmados.» España tiene los datos tanto de un caso como del otro, por lo que «hay opciones de dar los datos en distintos sentidos, y hasta ahora se han dado los datos confirmados por COVID-19».

Situación favorable ante la desescalada

Hay que valorar si los objetivos de diagnóstico precoz se pueden cumplir, señala Simón. Y subraya que Madrid y Barcelona tienen particularidades especiales, al ser nodos importantes de comunicación y movimiento de personas. Los territorios están haciendo esfuerzos importantes, y cuando se presenten los datos habrá que valorarlos para tomar las decisiones adecuadas.

En principio, ha señalado, la evolución parece favorable.

Decreto de nueva normalidad: obligatoriedad de mascarillas en espacios cerrados

Desconoce en este momento Simón cómo quedará redactado el documento, puesto que intervienen en él distintos departamentos y diferentes equipos técnicos. En la parte de mascarillas, ha señalado Simón, «no varía de manera sustancial respecto a la normativa aplicable hasta ahora». La última propuesta conocida por Simón no variaba las pautas establecidas hasta ahora.

El objetivo es mantener las distancias y cuando no se puede, la higiene, y el uso de mascarillas. Simón señala que se trata de «sentido común».

Debilitamiento del virus

Simón no ha leído el estudio de italia al que se hace referencia en la pregunta planteada. Afirma no saber si el virus se ha debilitado, «intuitivamente no le parece que sea el caso de los pacientes que se están viendo ahora» y ha señalado que «estudiarán estos estudios con interés». Podría generar otros problemas: la dificultad de identificar los casos de infección, algo que en cualquier caso, de ser cierto, sería muy positivo.

Lo que sí es cierto es que el virus está impactando en la mortalidad de manera menor en estos momentos. En la fase final de la curva la relación con el menor número de muertos es un dato positivo. El porcentaje de casos leves que podemos detectar con una capacidad ampliada de diagnóstico es mucho mayor de la que se podía detectar en el momento del pico de la pandemia: no es que haya disminuido la virulencia (podría y habría que ver estos estudios), sino lo que ocurre es que la cantidad de casos leves detectados es mayor. Por eso, se modifican los datos: las cifras de muertes son de casos de personas con diez años menos que los identificados durante el pico de la pandemia. Responde a que ahora se están atendiendo casos que antes no se podían atender, según ha explicado.

Lo único que se puede confirmar es que ahora mismo se detectan casos más leves. Pero no se puede afirmar que el virus sea menos virulento.

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