Los seguidores de Jair Bolsonaro, perdedor de las elecciones presidenciales en Brasil celebradas este domingo, continuan provocando disturbios en todo el país. Además de los parones de los camioneros que mantuvieron y, aunque en menor medida, todavía mantienen cortadas las carreteras en numerosos puntos, considerables grupos de exaltados, que no asumen los resultados electorales, se concentran delante de los cuarteles militares y piden la intervención del ejército.
En San Miguel del Oeste, en Santa Catarina, los fanáticos de Jair Bolsonaro reclamaban un golpe de estado mientras cantaban el himno y levantaban la mano con el saludo fascista.
Las manifestaciones que empezaron el domingo 30 por la noche para rechazar el resultado de la votación no son espontáneas. Se organizaron al menos dos semanas antes por Telegram y Whatsapp, y además las difundieron en Youtube personajes como el militar retirado Durval Ferreira o ciertos espacios de la ultraderecha con miles de seguidores en las redes: la Confederación de la Derecha Brasileña, Conservadores, el grupo Renato Barros y la sociedad civil OCS, entre otros.
Este miércoles al menos diez personas resultaron heridas cuando un conductor atravesó una barrera de simpatizantes del presidente brasileño Jair Bolsonaro, que bloqueaban una carretera en São Paulo. Según la Policía Militar, citada por la prensa local, de las diez personas que resultaron heridas en el atropello, dos son menores de y otros tres, policías.
Dos personas tuvieron que ser trasladadas al Hospital de Base en Rio Preto. Después, algunos manifestantes intentaron agredir al conductor del automóvil, quien fue detenido y llevado a la comisaría.
Las manifestaciones del miércoles, festivo en Brasil, siguieron a las multitudinarias protestas de camioneros alineados con el probolsonarismo , que desde el lunes han bloqueado unas 600 carreteras en todo el país para protestar contra la victoria de Lula da Silva.
Este miércoles, según la Patrulla de Caminos, persistían bloqueos en unos 150 puntos en 15 de los 27 estados del país y en muchos casos fueron solo parciales, obstruyendo pero no bloqueando completamente el tránsito.
A pesar de que Bolsonaro ha pedido calma por segunda vez desde que perdió las elecciones el domingo frente al Lula da Silva, sus seguidores continuan con la protesta y están provocando graves disturbios.
