De acuerdo con los últimos datos disponibles, a nivel mundial más de 1 billón de adultos tienen sobrepeso y, en concreto, 300 millones de ellos son obesos. En España, según un estudio realizado al respecto en población adulta (entre 25 y 60 años), el predominio del sobrepeso es del 38,5% y de la obesidad del 14,5%, lo que supone que uno de cada dos adultos presenta un peso superior al recomendable. Eso se debe en gran medida al sedentarismo, ya que se calcula que los adultos europeos pasan entre 3,2 y 6,8 horas diarias sentados mientras que los estadounidenses, más de 7. Un hábito que dificulta las posibilidades de adelgazar, aunque suprimamos los excesos en las comidas.
Ahora, sin embargo, un estudio realizado por la Clínica Mayo en Rochester (EE.UU.), y publicado en la revista European journal of Preventive Cardiology, ha demostrado que puede ser compatible la dieta equilibrada con la falta de ejercicio, tan solo permaneciendo de pie unas cuantas horas al día en lugar de sentado.
Según el director de esta investigación, Francisco López-Jiménez, “permanecer de pie durante largos periodos de tiempo puede parecer imposible para muchos adultos, sobre todo para aquellos que trabajan en oficinas, pero para aquellas personas que pasan sentadas 12 horas diarias, reducir este periodo a la mitad conlleva grandes beneficios”.
Los investigadores han comprobado que de pie quemamos más calorías que sentados, a partir del análisis de 46 estudios realizados con 1.184 adultos, en su mayoría varones –hasta un 60% del total–, con un promedio de edad de 33 años y una media de peso de 65 kg. En concreto, han descubierto que quemamos 0,15 kilocalorías más por minuto levantados. Una cifra que puede llegar a ser importante cuanto más tiempo pasemos sin probar la silla o el sillón. De forma que un adulto con un peso de 65 kg podría quemar hasta 54 kilocalorías adicionales en seis horas.
Esto se traduciría al año, dando por supuesto que la persona llevara una dieta equilibrada, en un ahorro de 2,5 kilos, y de 10 a los cuatro años. Como asegura Farzane Saeidifard, co-autora de la investigación, “de forma general, nuestro trabajo muestra que si miramos a largo plazo todos estos pequeños tiempos, el estar de pie conlleva una mayor quema de calorías que permanecer sentado”.
También han demostrado que a mayor masa muscular, más se adelgaza de pie. Lo que significa que esta quema de calorías en los varones es mucho mayor –casi el doble– que en las mujeres.
Lógicamente, lo mejor que se puede hacer para perder peso es llevar una dieta saludable y hacer ejercicio físico que –como todo el mundo sabe– elimina grasas y quema calorías. Sin embargo este último consejo es quizá de los más difíciles de cumplir para mucha gente, y no por vagancia, sino por las situaciones incómodas que se generan: al hacer deporte sudamos, nos ensuciamos, pasamos frío o calor, nos mojamos si es al aire libre y llueve, nos lesionamos o tenemos que ejercitarnos delante de desconocidos en el gimnasio.
Francisco López-Jiménez señala que “en los últimos años se ha enfatizado la importancia de la actividad física de intensidad moderada a vigorosa con objeto de perder o mantener el peso y, así, reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Pero las personas siguen aludiendo a sus barreras individuales, caso del tiempo, la motivación o la dificultad de acceso a unas instalaciones adecuadas”.
De ahí que los investigadores de la Clínica Mayo hayan desarrollado el concepto ‘NEAT’ –acrónimo en lengua inglesa de ‘Termogénesis Sin Actividad Física’–, centrado en la cantidad diaria de calorías que quema una persona mientras realiza sus actividades cotidianas, sin la necesidad de que entre ellas se encuentre la práctica del deporte.
“El estar de pie es uno de los componentes de la ‘Termogénesis Sin Actividad Física’, y los resultados de nuestro estudio apoyan esta teoría. La idea es incluir en nuestras rutinas diarias algunas actividades de bajo impacto que mejoren nuestra salud a largo plazo”, concluye el director de la investigación.
