Espionaje y fuego amigo, esta es la supuesta estrategia de Pablo Casado y José Luis Martínez Almeida para acabar con Isabel Díaz Ayuso. La presunta investigación por colaboradores de Génova para perjudicar a la presidenta madrileña, según publica ‘El Mundo’ y el desmentido posterior de Génova y también desde la sede del Ayuntamiento de Madrid, han convertido la pelea por el control del PP de Madrid en una guerra de consecuencias imprevisibles para el partido y en una situación de no retorno, que puede acabar con la lideresa populista.
La presunta corrupción
La dirección nacional ha desmentido “tajantemente” la existencia de un supuesto intento de espionaje desde el propio partido al entorno de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, tal y como ha sido publicado este miércoles por los diarios El Confidencial y El Mundo.
Fuentes de Génova aseguran “que se trata de una campaña orquestada por Miguel Ángel Rodríguez (mano derecha de Ayuso) que busca empañar el hecho de que el contrato irregular existe y está ahí”, han señalado a la Cadena SER.
La adjudicación del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso a un conocido, amigo de su hermano, para adquirir mascarillas por valor 1,5 millones de euros durante los peores meses de la pandemia. Según la dirección nacional “ese contrato es la única irregularidad en todo este asunto”.
Niegan los detectives
Génova reconoce haber investigado las circunstancias que rodearon la adjudicación pero desmiente “mediación de detectives auspiciada por la dirección nacional y asegura que tomará las medidas judiciales oportunas ante estas falsedades”.
Guerra en el PP
Desde Génova siguen sospechando que el procedimiento de contratación no fue limpio, y se habla ya de una “declaración de guerra en toda regla” a Pablo Casado por parte de Díaz Ayuso en un momento de incertidumbre del partido tras las elecciones del 13 de febrero en Castilla y León.
Desde Sol, dan por válidas las versiones de que la dirección del PP ha querido espiar a la Presidenta. La Comunidad de Madrid tuvo noticias sobre ese supuesto espionaje en diciembre. Además en el entorno de Ayuso se avala la versión de que fue un exministro de Rajoy quien les contó que detrás de ese intento de investigar al hermano de Ayuso estaba alguien del Ayuntamiento de Madrid, a través de Empresa de la Vivienda. Y que la presidenta mostró su «seria preocupación» con estos movimientos.
