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España pierde cerca de 18.000 millones anuales por culpa de las grandes empresas

Las grandes empresas pueden transferir sus ganancias a jurisdicciones con impuestos bajos o sin impuestos, con el fin de reducir artificialmente sus obligaciones tributarias en otros lugares y pagar poco o ningún impuesto sobre las ganancias que transfieren a paraísos fiscales

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
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análisis

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Las empresas multinacionales son responsables de alrededor de un tercio de la producción económica mundial, la mitad de las exportaciones mundiales y de una cuarta parte del empleo mundial. Su abuso fiscal corporativo constituye un problema económico mundial de primer orden, pues priva a los gobiernos de ingresos fiscales, aumenta las desigualdades entre países y dentro de ellos, y perjudica a las empresas más pequeñas que generan la mayoría del empleo.

Al colocar sociedades de cartera y activos importantes que crean valor en paraísos fiscales corporativos, las grandes empresas pueden transferir sus ganancias a jurisdicciones con impuestos bajos o sin impuestos, con el fin de reducir artificialmente sus obligaciones tributarias en otros lugares y pagar poco o ningún impuesto sobre las ganancias que transfieren a paraísos fiscales

Los principales estudios sobre la magnitud de la transferencia de ganancias han estimado que las empresas multinacionales transfieren entre 900.000 millones y 1,1 billones de dólares al año. Eso corresponde aproximadamente al 40 por ciento de los beneficios obtenidos en el extranjero por las empresas multinacionales.

Las pérdidas de ingresos fiscales correspondientes oscilan entre 90.000 y 307.000 millones de dólares al año por la transferencia directa de beneficios. En España, esa pérdida supone cada año cerca de 6.000 millones de euros (5.355 millones).

Estas manipulaciones también afectan indirectamente las finanzas públicas al fomentar una carrera a la baja en la fiscalidad corporativa, mediante la cual las jurisdicciones reducen las tasas impositivas corporativas en un intento contraproducente de retener o atraer filiales de empresas multinacionales. Estos efectos indirectos aumentan las pérdidas de ingresos fiscales de 500.000 a 650.000 millones de dólares al año.

Esta es la estrategia económica que en España defiende e implementa Isabel Díaz Ayuso, algo que, como se ha podido comprobar en Estados Unidos o en Reino Unido provoca el fracaso económico absoluto y el colapso de los servicios públicos.

Las empresas multinacionales están transfiriendo beneficios por valor de 1.19 billones de dólares a paraísos fiscales cada año, lo que provoca que los gobiernos de todo el mundo pierdan 312.000 millones de dólares anuales en ingresos fiscales directos. Además, otros 171.000 millones en ingresos fiscales directos se pierden como consecuencia de la evasión fiscal de riqueza extraterritorial, todo lo cual puede atribuirse a países individuales.

No obstante, es imposible estimar las pérdidas indirectas por impuestos corporativos a nivel de país con la misma certeza. Las pérdidas indirectas, o costes indirectos, surgen como un efecto secundario de las pérdidas directas donde los gobiernos reducen las tasas impositivas corporativas legales y efectivas a fin de contrarrestar las pérdidas directas debidas al abuso fiscal corporativo, con la creencia errónea de que esto atraerá a las empresas multinacionales e incluso, en última instancia, aumentará los ingresos fiscales.

Esta creencia, denominada «competencia fiscal», se contradice con un amplio conjunto de pruebas que, en cambio, ha demostrado que conduce a unos ingresos fiscales aún más bajos para todos los gobiernos.

La reducción de las tasas impositivas corporativas afecta tanto al funcionamiento de las empresas multinacionales como a las nacionales y, por lo tanto, disminuye los ingresos fiscales del gobierno en general.

Investigadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) estiman que, a nivel mundial, las pérdidas indirectas por abuso fiscal corporativo mundial son, al menos, tres veces mayores que las pérdidas directas. Si ajustamos la estimación de pérdidas fiscales directas, los países pierden, por tanto, mucho más de 1 billón de dólares cada año. Respecto a España, la pérdida se situaría en una cifra cercana a los 18.000 millones de euros.

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