La BBC hace pública hoy una noticia sobre la apertura de una investigación por la Public Health Scotland (PHS) respecto al aumento de muertes en recién nacidos en los últimos meses.
Concretamente, según la publicación, al menos 21 bebés menores de cuatro semanas han muerto en el mes de septiembre, una tasa del 4,9% por cada 1.000 nacimientos. Según explican, la tasa de mortalidad infantil varía mucho de un mes a otro, pero el aumento es mayor de lo esperado. La tasa habitual de mortalidad entre bebés recién nacidos es de poco más del dos por ciento.
Actualmente no hay detalles sobre las causas de muerte de los 21 bebés que murieron en septiembre.
Desde el servicio público de salud escocés se está investigando, junto a otras agencias, si la pandemia de COVID-19 así como otros factores pudieran haber tenido que ver con este aumento.
La información de la BBC se hace eco, a su vez, de la publicada por el Herald, que ha informado de que la investigación se activó cuando se sobrepasó el «umbral de control» diseñado para detectar tendencias anormales en las muertes infantiles.
Las cifras mensuales sobre las tasas de mortalidad neonatal solo están disponibles hasta julio de 2017, pero anteriormente alcanzaron un máximo de 3,7 por 1000 nacidos vivos en marzo de 2020, indica el Herald. Las estadísticas anuales sobre mortalidad neonatal publicadas por los Registros Nacionales de Escocia muestran que ha estado en constante declive durante décadas, pasando de un promedio de 4,7 por 1000 nacidos vivos en 1986-1990 a 2,2 por 1000 en 2016-2020.
El período coincidió con un aumento en la asistencia a urgencias para niños menores de cinco años. La tendencia se atribuyó en gran parte a un aumento no estacional del virus respiratorio sincitial (VSR), que normalmente circula en invierno y puede causar enfermedades graves, especialmente en bebés y niños pequeños.
Desde que comenzó la pandemia en Escocia, solo se ha registrado una muerte de Covid, en diciembre de 2020, en un bebé menor de un año.
Según el PHS, «exceder el límite de control superior indica que hay una mayor probabilidad de que haya factores más allá de la variación aleatoria que pueden haber contribuido al número de muertes». «Actualmente no hay indicios de vínculos entre estas muertes y la infección por COVID-19», aunque los datos se van a examinar más a fondo.
Partos prematuros
Señala la Dra. Sarah Stock, de la Universidad de Edimburgo, para la BBC, que «era raro que los bebés recién nacidos se infectaran o enfermaran gravemente con Covid, pero el virus podría tener un impacto de otras maneras». «Sabemos, por ejemplo que cuando las mujeres embarazadas tienen COVID pueden enfermarse gravemente, y para proteger a la madre y al bebé, se pueden provocar partos prematuros. El parto prematuro es el principal factor de mortalidad neonatal».
«También sabemos que la pandemia ha ejercido mucha presión sobre los servicios de salud y esto podría tener impacto».
En estos momentos la PHS está trabajando conjuntamente con la Red Nacional Neonatal de Escocia, junto con el gobierno para poder entender mejor los posibles factores que han contribuido a estos datos.
Único digital que se hace eco en España de esta noticia, si no me equivoco. Fuera de los digitales libertarios, el periodismo estaría completamente muerto si no fuera por este diario. Un periodismo que estaba ya enfermo antes de marzo del año pasado, pero ahora está moribundo. Se agradece tu arrojo.
Tarot; Escocia y la cumbre de Glasgow. Cambio climático y repercusión en los hábitos de salud. Natalidad y mortandad. Covid e invasión de nuevos virus.
Ahora tú de nuevo barajas y repartes las cartas. Cualquier resultado es inquietante, imprevisible e inevitable, la relación y su cálculo de probabilidades es posible, lógico e incomprensible a una misma vez.
Tanto es susceptible de relación entre éstos miembros de la baraja como nada podrían significar en conjunto, sin embargo tampoco tiene sentido no hacer una relación entre ellos para los expertos quiromantes.
Ay; qué lío… Los científicos tienen que estar hartos.