La explosión se ha producido en la popular calle Istiklal, frente al Consulado de Rusia en Estambul. La zona es el centro comercial de la ciudad y suele estar muy concurrida por turistas. Seis muertos y 53 heridos es el balance ofrecido por las autoridades del país, que han impuesto la prohibición a las emisoras de noticias de informar sobre el incidente. Mientras, desde la Oficina del Fiscal General de Estambul, se ha anunciado el inicio de una investigación sobre los hechos.
En algunos vídeos difundidos en redes sociales se ve una deflagración, en forma de llamarada en medio de la calle.
El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, ha solicitado a la población que no haga caso a mensajes alarmistas en las redes sociales sobre las supuestas causas de la explosión.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan ha calificado la explosión en Estambul «como un ataque» y ha afirmado que las autoridades estatales trabajarán para identificar a los responsables. “Todas las figuras responsables serán identificadas y castigadas”, ha dicho.
Durante una rueda de prensa, Erdogan ha manifestado que «puede estar mal si decimos que esto es definitivamente terrorismo, pero según los hallazgos preliminares, lo que dicen los gobernadores, aquí huele a terrorismo”.
El presidente también reveló, según información preliminar, que una mujer habría desempeñado un papel en la explosión y que el jefe de policía de Estambul y las autoridades de la oficina del gobernador de Estambul revisan las imágenes de las cámaras de seguridad.
Por su parte el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha expresado en un tuit sus condolencias a las víctimas de la explosión y ha lamentado las «horribles noticias» que llegan desde la capital turca. “Todos nuestros pensamientos están con los que están respondiendo y con el pueblo de Turquía en este momento tan angustioso”.
Erdogan ha confirmado que su delegación partirá en breve para dirigirse a la cumbre del G20 en Bali, según el plan previsto.
