viernes, 26abril, 2024
17.5 C
Seville

El único estanco OPEN en Mad Madrid hasta las 22 horas… EN LOS TIEMPOS DEL CORONAVIRUS

- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Quizá haya más, claro, pero yo es el único que conozco. Y menos mal, porque soy un animal de horarios personalizados: me levanto cuando quiero y me acuesto cuando quiero.

Y cuando me levanto y he desayunado, a veces después de las ocho de la tarde, quiero –necesito, soy adicto– comprar mi paquete de tabaco diario.

Si voy en coche, mi muy viejo Corvette del 63 (admito que es llamativo del carajo), la madera me da el

¡¡¡¡Sóooo, tigre!!!!!!

 a la ida y a la vuelta.

-¿No puede ir usted a otra hora?

No, no puedo. ¿Y por qué debería ir a otra hora? ¿Por qué en Mad Madrid dejan a la gente moverse con más o menos libertad hasta las 15,30 y luego empiezan los controles y a partir de las 20 horas no puede moverse ningún particular:

Se alquilan uniformes de Globo, con bicicleta incluida, para paseantes enfermos de ansiedad. Nos están volviendo locos al tratarnos como delincuentes sometidos a arresto domiciliario.

-¿Por qué no compras un cartón y no tienes que ir al estanco a diario? (ahora ya me están tuteando: llevo coleta y en ocasiones no me he afeitado)

No tendría por qué responder, pero voy a hacerlo: si compro un cartón es fácil, yo también tengo mi ansiedad queridos hermanos, que me fume dos o hasta tres paquetes seguidos. Así que compro uno diario, y maldigo a los explotadores distribuidores de tabaco que no hacen paquetes de cuatro y hasta dos cigarrillos, como sucede en muchos países más civilizados (o en la Pilla Sevilla que pueden conseguir de uno en uno y a mano liados).

¡Te aguantas Tigre!, si fumas que sean veinte cigarros mínimo, así el cáncer o la impotencia o la «muerte del feto que va dentro de ti» funciona más rápido.

Si voy andando también me paran. Intento no enseñar mi salvoconducto como periodista, porque quiero averiguar como tratan los policías elevados a la categoría de jueces -multa de 600 pavos por comprar sólo un bote de nocilla o una única barra de pan- a los ciudadanos.

Hasta ahora, y en mi experiencia, bien. Nos tratan bien. Paternales pero con respeto. Ellos están tan quemados como cualquiera o más.

Envidia me dan los franceses, ingleses o norteamericanos, pues aunque sus calles están tan vacías o más (AHORA LO EXPLICO) que las nuestras pueden salir a la hora que quieran -y sin necesidad de un perro como pretexto -a comprar pan, nocilla o tabaco.

LA EXPLICACIÓN: El encierro domiciliario despierta al rebelde, al insumiso, que hay dentro de cada ciudadano; es muy contraproducente.

Como también lo es el haber reducido el horario de los supermercados. Voy a veces a los más próximos cuando estoy sin provisiones a las nueve o diez de la mñana, antes de acostarme: están reventados, y en muchos, en casi todos los que están cerca de mi Callejón de los Milagros, lo de la distancia de seguridad es imposible porque los pasillos son demasiado estrechos: a veces poco más de un metro; para dejar un metro y medio de distancia entre los clientes habría que ser capaz de levitar y hacer la compra desde el techo, alegremente volando.

Otro burbon, por favor.

Tigre tigre.

(Y mañana o pasado cuento lo que a su vez a mí me cuenta Eduardo, el joven dependiente del estanco de la Avenida del Mediterráneo. Si alguien conoce más estancos abiertos hasta las diez, o incluso -mejor- hasta más tarde, ESTANCOS DE GUARDIA, por favor que lo ponga por aquí, en los comentarios. Gracias y suerte, anónimos compañeros de arresto domiciliario, nerviosos hermanos)

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído