El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha dicho que las personas que no hayan recibido la vacuna covid-19 serán detenidas si desobedecen las órdenes de quedarse en casa, ya que la cantidad de infecciones se ha disparado nuevamente.
En un discurso televisado, Duterte dijo que estaba pidiendo a los líderes comunitarios que busquen personas no vacunadas y se aseguren de que estén confinadas en sus hogares: “Si la persona se niega, si sale de la casa y se mueve por la comunidad, pueden ser arrestados. Si se niega, el líder comunitario ahora tiene el poder de arrestar a la gente obstinada ”, advirtió.
Las infecciones diarias por coronavirus en Filipinas alcanzaron su punto máximo desde el 26 de septiembre, con 17.220 casos registrados el jueves, según el Ministerio de Salud.
Las cifras, que fueron más del triple de las registradas el martes, elevaron el total de casos a más de 2,88 millones y las muertes a más de 51,700, lo que convierte a Filipinas en el segundo país del sudeste asiático más afectado por el covid-19, después de Indonesia.
“Soy responsable de la seguridad y el bienestar de todos los filipinos”, dijo Duterte, quien desafió a cualquiera que no cumpliera con sus reglas a presentar un caso en su contra.
A fines del año pasado, 49,8 millones de personas habían sido completamente vacunadas, el 45% de los 110 millones de habitantes del país. Bajo las reglas actuales, las personas no vacunadas en la región capital de Manila solo pueden dejar sus hogares para viajes esenciales.
Duterte es conocido por su retórica belicosa . El año pasado amenazó a las personas que se negaban a ser inoculadas con prisión o con una inyección de ivermectina, un fármaco antiparasitario muy utilizado para tratar animales.
Pero sus últimos comentarios subrayan las crecientes preocupaciones de su gobierno sobre la cantidad de casos de covid-19, que continúa aumentando y podría volver a sobrecargar los sistemas de salud del país.
