El parlamento sueco ha reelegido a Stefan Löfven como primer ministro, cuyo gobierno había derrocado el 21 de junio, y le asigna la tarea de formar un nuevo ejecutivo tras sufrir Suecia varias semanas de incertidumbre. Sin embargo, aún no es seguro que el socialdemócrata se quede en el cargo, porque aún necesita el apoyo suficiente para que se aprueben los presupuestos, el mandatario y ya ha dicho que renunciará si no obtiene la aprobación.
No obstante, muchos comentaristas subrayan que el exlíder sindical es un buen negociador y que existe la posibilidad de que se aprueben las cuentas públicas. Stefan Löfven, de 63 años, dirigió un gobierno de centro izquierda después de unas elecciones (en 2018) que dejaron al Parlamento prácticamente dividido y en las que los demócratas suecos, un partido con el que muchos de los otros partidos se niegan a tratar, obtuvieron grandes logros.
Löfven necesitaba evitar que la mayoría de los 349 diputados del Riksdag, el Parlamento sueco, votaran en su contra. Lo consiguió por dos votos, uno de ellos de un diputado de la oposición.
La crisis ha afectado al centro político, y los partidos de los extremos tanto a la izquierda como a la derecha parecen haber salido fortalecidos. El líder del Partido de Izquierda, Nooshi Dadgostar, ha estado escalando en las encuestas desde que retiró el apoyo a Löfven, lo que lo obligó a renunciar a planes para aliviar los controles de alquiler y abrir la puerta a su aumento.
Mientras tanto, los demócratas suecos de Jimmie Akesson ayudaron a derrocar al gobierno, aunque solo temporalmente, y lograron establecer vínculos con otros partidos de derecha, que durante años habían excluido a los ultranacionalistas.
Löfven dirigió un gobierno de coalición minoritario entre su partido, los socialdemócratas (centro izquierda) y los Verdes. Este gobierno asumió el cargo cuatro meses después de las elecciones de 2018 . El socialdemócrata siguió siendo jefe de gobierno interino después de perder la votación el 21 de junio.
En lugar convocar unas elecciones anticipadas, Löfven decidió abrir la posibilidad de negociaciones para una nueva coalición, un proceso supervisado por el presidente del Parlamento. Ninguno de los otros partidos logró construir una coalición con suficiente apoyo, por lo que Löfven regresa a su cargo y prepara una coalición similar a la del gobierno anterior .
