Continúa activa en la dirección deportiva del Osasuna la intención de seguir reforzando la plantilla de cara a la próxima temporada. Tras los cuatro fichajes que el club acaba de cerrar en esta fase veraniega, la idea pasa ahora por incorporar una pieza más de ataque que sirva para completar la verticalidad propuesta por Jagoba Arrasate. Si bien es cierto que la liga arrancará el doce de agosto, la fecha límite del mercado estival está fijada en el dos de septiembre, por lo que todavía queda tiempo para que aterricen nuevos jugadores en Pamplona.
El cuerpo técnico del conjunto rojillo ha dejado claro que en estos momentos se hace necesaria la búsqueda de un extremo con desborde y velocidad que ayude a romper la contención defensiva de los rivales y que pueda jugar por ambos carriles. Este sería el refuerzo que pusiera punto y final al carrusel de fichajes, siempre contando con que no se produzcan bajas inesperadas de última hora, ya sea por lesión o por traspaso. En este sentido, el Osasuna es conocedor del interés que despiertan futbolistas propios como Jon Moncayola y David García.
Los movimientos iniciales en torno al rastreo de un extremo con estas características han comenzado a darse en el mercado extranjero, y es que mover ficha en el tablero nacional, debido a los grandes presupuestos que manejan algunos equipos, no es precisamente una tarea económica. El club entiende además que la llegada de un jugador así se produciría para mejorar el nivel competitivo, por lo que otra de las exigencias pasa por poner la lupa sobre perfiles de calidad que a día de hoy sean titulares en sus respectivas plantillas. Tras dos años consecutivos en primera división, las aspiraciones para este curso 2022/2023 pasan por escalar en la tabla clasificatoria y llegar a puestos de Europa League. No en vano, ya circulan los primeros pronósticos sobre esta variable entre las mejores casas de apuestas, donde el conjunto dirigido por Arrasate se postula como uno de los candidatos con mejores cuotas.
Aunque la versatilidad de Moi Gómez -el último en alistarse a las filas navarras- le permitiría desenvolverse con soltura en la posición de extremo, los técnicos creen que su perfil se ajusta más al de interior con facilidad para la circulación y la asistencia, y que será en esa zona del campo donde se le tratará de sacar el máximo partido. Moi, procedente del Villarreal, acaba de sumarse a una lista de incorporaciones estivales en la que también figuran nombres como Rubén Peña, ex lateral derecho del mismo equipo; Aitor Fernández, guardameta que llega del Levante; y Manu Sánchez, lateral izquierdo que viene cedido del Atlético de Madrid. Con este plantel, el director deportivo, Braulio Vázquez, considera que el equipo queda perfectamente cubierto en aquellas demarcaciones que presentaban más debilidades.
Aunque la rumorología apuntaba a la posibilidad de contratar los servicios de un lateral izquierdo después de que Cote decidiera irse al Sporting de Gijón, en El Sadar confían plenamente en el potencial de Manu Sánchez y Juan Cruz. No obstante, nunca está de sobra tener en cuenta que en este periodo de preparación Rubén García también está ocupando a veces ese territorio, por lo que se trata de un lugar defensivo que por ahora cuenta con tres candidatos de nivel. En esta sintonía de posibles llegadas han surgido noticias en las que aparecía el nombre del valencianista Toni Lato como otro de los refuerzos para la zaga navarra, pero el propio club se ha encargado de desmentir esta información. Los que sí parece que están cuajando son los jugadores de filial Pablo Ibáñez y Aimar Oroz, cuya participación en la pretemporada está provocando grandes satisfacciones entre el cuerpo técnico del primer equipo.
El buen rumbo del Osasuna en este mercado de verano ha sido en gran parte gracias al dinero proveniente de los fondos CVC que contempla LaLiga. Braulio Vázquez ya dejó claro hace unas semanas que la opción de recurrir a estos fondos podría materializarse en época de fichajes. Así ha sido. A pesar de que la idea inicial del club era justo la contraria, las exigencias del mercado y las maniobras de refuerzo del resto de equipos que compiten con el conjunto rojillo han obligado a considerar el asunto.
A la entidad que preside Luis Sabalza Iriarte le corresponde un importe total de cincuenta y dos millones de euros del CVC. De los cuales, la ley establece que un quince por ciento puede ser empleado en fortalecer la plantilla, mientras que el setenta por ciento iría destinado a infraestructuras y el quince restante a saldar diferentes deudas financieras. El uso de este dinero, concretamente de un millón ochocientos mil euros, ha permitido cerrar el traspaso del centrocampista Moi Gómez, así que todavía queda margen de maniobra para afrontar otra incorporación.
Cabe destacar que la decisión de activar esta palanca económica se ha llevado a cabo con el consentimiento de la junta directiva. El Osasuna, que siempre ha respetado el límite salarial que estipula LaLiga, no va a encontrarse con impedimento alguno a la hora de inscribir futbolistas.
