Si las compañías aéreas aceptan las normas que impone la pandemia tendrían que liberar un asiento entre dos pasajeros y subir mucho los precios. Así lo advierte el lobby de aviación que ve inviable esta medida que haría que “volar dejara de ser asequible”.
La IATA, el lobby que aglutina a las compañías de aviación del mundo, publica en un comunicado que rechaza cualquier intento de decretar un distanciamiento físico, porque alega que el contagio del coronavirus es raro con argumentos peregrinos.
Las aerolíneas y el sector aéreo en general no han interiorizado que el negocio no puede ser el mismo que antes de la pandemia, y que tendrán que rebajar su presencia ante el empuje de la economía verde y la lucha contra el cambio climático, que no tolerará la contaminación que generan y que no pueden eludir mediante la compra de permisos en el mercado de dióxido de carbono.
Con la intención de volar rápido sus aviones, las aerolíneas, a través de su asociación, han notificado que ven con buenos ojos la exigencia temporal de nasobucos en pasajeros y tripulación, ya que esta medida reduciría más la ‘evidencia’ de que el riesgo de transimisión del virus en la cabina del avión es bajo.