El próximo viernes desaparecerá el toque de queda en Cataluña. Desiste de este modo el Govern en el pulso que mantenía con el Tribunal de Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para que licitara la implantación de la restricción de movimiento nocturno. Tras la decisión del TSJC, el presidente Pere Aragonès afirmó que desde el Govern “seguirán trabajando con los recursos que disponen para hacer frente a la pandemia”, pero ha pedido más instrumentos con los que evitar nuevos contagios: «Necesitamos herramientas para proteger a la población”.
Otras limitaciones
Pero esto no significa que decaigan el resto de medidas, ya que el Govern tiene previsto presentar ante el TSJC una solicitud para que el tribunal avale continuar con restricciones como: limitar las reuniones a un máximo de diez personas y limitar el aforo al 70% en acontecimientos religiosos y ceremonias civiles.
Cierre del ocio nocturno
Por otra parte, para hacer frente a los comportamientos que puedan favorecer los contagios de la Covid-19 en horario nocturno, la Generalitat prorrogará durante otros siete días las medidas restrictivas como el cierre de los establecimientos de ocio nocturno a las 00.30 horas.
Tirar la toalla El TSJC rechazó esta semana de nuevo la petición del Govern de aplicar el toque de queda entre la una y las seis de la mañana en las ciudades de más de 20.000 habitantes con más de 125 casos por cada 100.000 habitantes. El Gobierno de la Generalitat ha tirado la toalla y no tiene previsto solicitar ningún otro toque de queda, ya que, por un lado, los indicadores epidémicos van mejorando y, por otro, porque ya sabe de antemano que no contaría con el respaldo del tribunal.
