La profunda remodelación de Gobierno anunciada el sábado por el presidente Pedro Sánchez, que ha propiciado la entrada de hasta siete caras nuevas en el Ejecutivo, supone para los expertos un «golpe de timón» con la intención de dejar atrás las consecuencias de la pandemia y afrontar con mayores garantías el tramo final de la legislatura. Así lo consideran varios politólogos consultados por RTVE, que destacan la incorporación al gabinete de Sánchez de «sangre nueva aunque con experiencia».
El propio presidente del Gobierno, en su comparecencia para anunciar estos cambios, justificó los movimientos en la necesidad de llevar a cabo una «renovación generacional» con el objetivo de culminar la recuperación económica tras el COVID.
El catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid, Fernando Villaspín, afirma en una entrevista en RNE que las razones de esta remodelación hay que buscarlas en «cierto agotamiento» en el Ejecutivo tras «una época muy dura» como consecuencia de la pandemia de coronavirus, sin olvidar que «las decisiones sobre los indultos» a los presos del ‘procés’ han podido incidir en ese desgaste.
Por ello, el politólogo considera que Sánchez ha movido ficha con la intención de «recuperar la iniciativa». «Me parece un golpe de timón: por lo pronto, lo que va a conseguir es que el foco mediático se concentre ahora mismo en el nuevo Ejecutivo y ponerse a trabajar para que a lo largo de estos dos años que quedan de legislatura se consiga dar un vuelco a lo que están diciendo las encuestas», asegura.
Javier González, politólogo, también señala en RNE el desgaste como causa de la crisis de Gobierno, no solo debido a la «losa» que ha supuesto la pandemia sino al hecho de que, «pese a estar en minoría, ha seguido gobernando y sacando leyes adelante, con todo el esfuerzo que supone».
El resultado es la incorporación, dice González, de «sangre joven pero con experiencia» que puede «aportar mucho», destacando la llegada de varios nombres procedentes del municipalismo, como es el caso de tres alcaldesas: la de Puertollano, Isabel Rodríguez, nueva portavoz y ministra de Política Territorial; la de Gandía, Diana Morant, al frente de la cartera de Ciencia e Innovación; y la de Gavà, Raquel Sánchez, que asumirá la responsabilidad en Transportes. Para el politólogo, son fichajes «muy coherentes» con la política que predica Sánchez en materias como la igualdad o la ecología.
Sánchez se la juega
«Era necesario un cambio generacional y Sánchez lo ha hecho de forma progresiva tanto en el partido como en el Gobierno, en un momento en el que el país necesita mucho empuje», concluye Javier González.
Fernando Villaspín destaca el hecho de que Sánchez se aparte «de su guardia pretoriana» y se rodee «de un equipo joven y creo que bastante afín», fundamentalmente de «mujeres que tienen peso político en su partido».
A juicio del catedrático, entre quienes abandonan el Ejecutivo destaca, además de la hasta ahora vicepresidenta Carmen Calvo, los nombres de José Luis Ábalos e Iván Redondo, pero cree que con su salida se busca también «dotar al presidente de mayor protagonismo», resaltando por encima de los miembros de su gabinete.
Entre los que se quedan, Villaspín destaca el ascenso de Nadia Calviño, que se convierte en la número dos, así como las figuras de Fernando Grande-Marlaska y Margarita Robles, «personas de confianza del presidente, con mucho peso específico y que ha preferido mantener».
También resalta el hecho de que no haya habido movimientos en las carteras de Podemos pues considera que había «dos ministros muy señalados como Manuel Castells y Alberto Garzón», aunque recuerda que «esto es un Gobierno de coalición» y ambas partes mantienen «los espacios y las fuerzas relativas».
Y optó por sacrificar a sus discípulos en vez de sacrificarse él por ellos.
Ahora resulta que el ministerio que tiene que defender la enseñanza pública, a la que acceden la mayoría de los españoles y en particular los hijos de las clases trabajadoras, es dirigido por una defensora en la práctica de la enseñanza privada, selectiva para los señoritos. ¡Manda carajo! !Y llaman a este gobierno socialista!