El sindicato más grande de Dinamarca ha acusado al gobierno de «poner en riesgo el preciado modelo de bienestar del país», después de anunciar que pretende eliminar un día festivo para ayudar a financiar el presupuesto de Defensa ante la guerra en Ucrania.
«Es una gran amenaza para el modelo danés», dijo Lizette Risgaard, líder del sindicato FH que tiene 1,3 millones de miembros en un país de 5,9 millones de habitantes.
«Los políticos deben mantenerse al margen de los temas del mercado laboral. Si cumplen con esto, estarán imponiendo su voluntad y violando nuestros acuerdos», ha señalado la sindicalista.
La gran coalición propone eliminar el «Gran día de Oración»
La coalición de gobierno actual, formada por los socialdemócratas (con Mette Frederiksen a la cabeza) y los conservadores, ha propuesto eliminar la fiesta religiosa conocida como el «Gran día de Oración», que se viene respetando desde el siglo XVII.
Es el cuarto viernes después de Pascua y, aunque tiene un carácter religioso, en la sociedad danesa está integrado ya en el calendario como un día festivo general.
La propuesta se hace con el objetivo de destinar la riqueza generada ese día al presupuesto de Defensa, tal y como se había comprometido Dinamarca a aumentarlo tras la cumbre de la OTAN.
El gobierno subraya que es necesario tomar este tipo de medidas ante la guerra de Ucrania, esperando que la medida inyecte 3.000 millones de coronas a las arcas estatales.
«No creo que sea un problema tener que trabajar un día extra», dijo Frederiksen.
«Nos enfrentamos a enormes gastos en defensa y seguridad, atención médica, psiquiatría y la transición verde», dijo, al presentar el programa del nuevo gobierno al parlamento.
En el parlamento, los nueve partidos de la oposición, que van desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha, dicen que se negarán a participar en cualquier nuevo acuerdo de política de defensa hasta que el gobierno retire su plan.
Ya es definitivo: a los daneses les han tomado por gilipollas