El camarada Óscar Iscariote

Uriburri creo que se llama. Este señor debe ser un encantador de serpientes habida cuenta cómo encandiló primero a la tropa de Podemos, a algunos líderes socialistas que también han caídos presos de su embrujo, y por qué no decirlo, a un afamado periodista murciano, que no es otro que Ángel Montiel, que también ha “picado”. ¡Con lo que yo lo leía…! Comenta Ángel Montiel en su sección del periódico La Opinión de Murcia, hoy 28 de septiembre de 2019, que Óscar Uriburro ha salido honestamente de su “zona de confort” para “arriesgarse” a una aventura política con la que estaba identificado antes que el mismísimo Íñigo “el rejón”. De ninguna de las maneras es esto cierto. Unidas Podemos Murcia era una sartén muy caliente llena de incomodidades y no menos incertidumbres electorales. No asumió responsabilidades políticas tras la debacle electoral y se volvió a su instituto porque los zagales quinceañeros de hoy, con sus botellones, sus porros, su descaro y sus inefables sobacos, son muy difíciles de soportar. Incluso en Podemos se está mejor. Pero cuando ha surgido una oportunidad histórica de aprovechar, ésta sí, “zona de confort” que se le presentaba en el Congreso de los Diputados, el oportunista, frío, y calculador Irubirri no ha desaprovechado la oportunidad de proyectarse hacia arriba yendo como número uno al Congreso por las listas de Más País. Son tal para cual, “el rejón” y él: aprovechan las oportunidades de medrar personalmente argumentando que lo hacen “por la ciudadanía”. No, no, de ninguna manera, lo hacen por ellos. La ciudadanía ya tiene suficiente oferta política donde elegir. Y no es verdad que haya un espacio político entre el Psoe y Unidas Podemos resultado de una culpabilidad equidistante en las fallidas negociaciones. La culpa fue de Unidas Podemos y la imposibilidad de entenderse con el “pablismo”. Pero ¿qué diferencia de fondo hay entre “el rejón” y “pablocristo superestar” si los dos dicen que “al Psoe hay que vigilarlo para que no se derechice”, y que ellos dos, salvapatrias, son los garantistas de que se hagan “políticas para la gente”? Son lo mismo, solo que “el rejón” es más listo, más pillo, más frío, y más oportunista. Como Óscar.

Pero lo peor no son las motivaciones egoístas de Uriburro, o la ingenuidad cansina de un sector de la población al que parece imposible sacar de su inopia. Óscar podría haberse marchado a su instituto como otros compañeros se ha incorporado a sus puestos de trabajo después de haber realizado una labor para con la ciudadanía, como hicieron Antonio Urbina y Andrés Pedreño. Dos auténticos talentos, honrados y trabajadores, honestos, que ya me gustaría a mí tenerlos en el Psoe de Murcia. No. Después de haber acumulado un enorme capital político debido a un hiperliderazgo indefendible en un partido supuestamente participativo y de oportunidades como decía ser Podemos, se va, de la noche a la mañana (por cierto, con la página Web hecha en el momento de irse…), y se va rajando de su antiguo líder de hacía no más de 24 horas acusándolo de ser “una máquina de cortar cabezas de talento”, y de “no haberle explicado nadie a él” (como si él fuera más que los demás) por qué Unidas Podemos rechazó la oferta del Psoe en julio. Es increíble, lo saben los chicos y chicas de su instituto, y él todavía no se ha enterado: Óscar, la oferta se rechazó porque se consideró insuficiente. Punto. Otra cosa es si se equivocaron al rechazarla. No obstante, lo que me ha motivado a escribir este artículo son las últimas palabras del camarada Uribarri en el periódico La Opinión de Murcia de hoy: “Podemos es incapaz de trabajar por las personas”. ¿Habrá hablado Óscar con Antonio Urbina y Andrés Pedreño antes de decir esto? Esta es, sin duda, la crítica más fuerte, despiadada y mortífera que nadie le ha hecho nunca a Unidas Podemos. Ni siquiera Eduardo Inda se atrevió a tanto. Decir esto significa que Unidas Podemos es un partido lleno de farsantes, embusteros, desatalentados y oportunistas que al albur del 15M organizaron un partido con un discurso hipócrita que nadie se cree ya. Es la rajada más importante de la política moderna, y la hace contra los que hasta hace 24 horas eran sus compañeros y compañeras que tanto le han apoyado y creído en él. Pero ¿por qué me preocupa a mí tanto este señor? Porque probablemente sea el segundo de “el rejón” en el Congreso, su mano derecha, y, quien sabe, tal vez negociador de algún tipo de entendimiento de gobierno con mi partido, el Psoe. Quiero que todo el mundo sepa la calaña del personaje, su felonía en el fondo, y, sobre todo, en las formas. No necesitamos gente así en la política. Que se vuelva a su instituto a bregar con los zagales.

Por último, debo pedir disculpas a todos los lectores y lectoras de mis artículos por mi manifiesta incapacidad de recordar y articular el apellido de este hombre, pero es que no hay manera de que me entre en la cabeza.