Washington acaba de hacer pública una guía sobre el tope de precios y ha anunciado que aplicará sanciones para quien compre por encima de los límites marcados.
«Las empresass estadounidenses podrán comprar petróleo ruso transportado por mar, si se adhieren al precio máximo acordado por los países aliados», ha anunciado la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro de EEUU.
En la guía se señala que Estados Unidos «prohibirá los servicios relacionados con el transporte marítimo de (…) petróleo ruso transportado por mar» desde el próximo 5 de diciembre y los servicios relacionados con productos derivados del petróleo a partir del 5 de febrero del próximo 2023.
Deber de transparencia y justificación
Esta prohibición no se aplicará a la compra de combustible ruso a un precio máximo o por debajo del mismo que establecerá la «coalición de países, incluidos el G7 y la UE».
Quien cumpla con esta pauta, podrá comprar petróleo ruso, pero quienes así quieran hacerlo, deberán proporcionar a los proveedores de servicios de transporte los documentos que demuestren que han actuado conforme a la guía.
Sin embargo, en la guía no se establecen los topes de los precios, aunque se anuncia que se darán orientaciones y pautas después de los acuerdos entre los países aliados.
Los países del Grupo de los Siete (EE. UU., Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón) acordaron imponer un límite de precio al petróleo ruso a principios de septiembre. El objetivo declarado es reducir la capacidad de Rusia para financiar la acción militar en Ucrania, al tiempo que mejora la situación en el mercado mundial del petróleo.
